El triatlón ecuatoriano se consolidó ayer como una potencia a escala regional. Su mejor exponente, la cuencana Elizabeth Bravo, se adjudicó el primer lugar en damas con un registro de 1 hora, 8 minutos y 14 segundos, en una carrera que concentró sus emociones en las pruebas de ciclismo y natación.

Bravo demostró que la inactividad de 5 meses debido a una fractura del antebrazo izquierdo no fue impedimento para seguir en la élite de este deporte. Volvió hace poco del Challenger de Galápagos, donde consiguió el primer lugar.

En estos XVII Juegos Bolivarianos, la representante nacional combatió ‘cuerpo a cuerpo’ con la colombiana María Vargas, quien llegó 16 segundos más tarde que ella. Lo positivo del evento es que el podio lo completó otra ecuatoriana: Cristina Fárez, una joven triatleta, de 18 años, que a nivel internacional está demostrando un gran potencial pese a su corta edad.

Durante la natación, Bravo no dio muestras de dolor en su brazo; es más, no se notaba que en la extremidad llevaba 2 placas de titanio y 12 tornillos, que fueron insertados porque sus huesos no resistieron y se quebraron. Fueron 750 metros los que nadó en el Puerto Salaverry, en las afueras de Trujillo.

Del agua no salió primera, pero tampoco estaba tan distante de la colombiana, que empezó con buen ritmo. Ya en bicicleta, la ecuatoriana comenzó a pedalear más fuerte y le sacó ventaja. Después, en el atletismo, la azuaya dominó y en los últimos 2 kilómetros (eran 5 en total) aceleró para quedarse con el primer lugar. Fárez demostró que su fuerte también es la maratón, ya que estuvo a un segundo de colgarse la medalla de plata.

Fárez necesitó de 1h18m31s para llegar a la meta. Su actuación dejó gratas sensaciones al cuerpo técnico del triatlón ecuatoriano, que vieron cómo sus 2 exponentes femeninas tuvieron una destacada actuación.

En varones también hubo presea para Ecuador. Juan José Andrade se adjudicó el bronce con un tiempo de 58 minutos y 44 segundos. Los más rápidos en esta prueba fueron el colombiano Carlos Quinchara y el chileno Felipe Van de Wingard.