Benítez dejó un semillero en México
Christian Benítez dejó su legado futbolístico en México. A las afueras de la Ciudad de México, en una de las zonas más populares de la urbe, se ubica el Centro de Formación Chucho Benítez, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México. En la escuela de fútbol se forman aproximadamente ochenta niños y niñas, de entre 5 y 18 años de edad, que aspiran a jugar, algún día, el fútbol de manera profesional.
El legado futbolístico del “Chucho” Benítez no solo quedó en México a través de sus múltiples hazañas conquistadas con los clubes Santos de Torreón y el América, sino también a través de esta pequeña escuela donde el ídolo del fútbol ecuatoriano y mexicano sirve hoy de inspiración para un grupo de niños y jóvenes.
Benítez, quien fungiera como presidente del Centro de Formación, junto con su suegro, Cléver Chalá, vicepresidente del mismo, abrieron esta escuela a inicios del mes de abril con el objetivo de ofrecer un espacio para el desarrollo de los niños y jóvenes de escasos recursos, no solo con la intención de buscar talentos para el fútbol profesional sino para retribuir el cariño recibido en México y cumplir asimismo con una función social para la comunidad.
Escuela de fútbol y valores
Aunque esta escuela de fútbol tiene tan solo 4 meses de abierta, el “Chucho” ya había estado aquí conviviendo con los niños en 2 ocasiones. Sus instrucciones para los profesores y el personal administrativo fueron claras: tratar siempre bien a los niños y darles prioridad a aquellos que demostraran habilidades futbolísticas y que no tuvieran recursos para asistir al Centro de Formación. “Él estaba pendiente de que se trate adecuadamente a los niños, de que no les falte nada a nuestros entrenadores y de becar a aquellos que lo necesitaban”, señala el instructor Isidro Carcaño Pérez, quien reconoce que el aporte más importante de “Chucho” para la escuela fue la labor social.
El “Chucho” y su suegro, Cléver Chalá, abrieron esta escuela de fútbol a inicios del mes de abrilAsí es el caso de “El Cubo”, joven promesa del fútbol de esta región, quien con tan solo 17 años está considerado para buscar una oportunidad en una de las escuelas de formación del Club América. “El Cubo” declara que siempre recordará la humildad y dedicación con la que el “Chucho” se desempeñó y que guardará como un ejemplo que aliente para lo que pueda ser su carrera en el balompié.
Sin embargo, son los más pequeños los que el día lunes no pudieron contener las lágrimas y antes de la práctica del día mostraron su desconsuelo por la sensible pérdida del que fuera “el nuevo ídolo del americanismo” en México. “Los niños lloraron porque el ‘Chucho’ ya no va a venir; muchos entraron (aquí) con la ilusión de conocerlo”, comenta Carcaño Pérez.
Los padres de familia de los pequeños que acuden a este Centro de Formación señalan con gran orgullo que la pauta del “Chucho” se marcaba en la disciplina y valores que inculcan a los niños y jóvenes en la escuela, resaltando que el anhelo del “Chucho” era impulsar a los niños en la práctica del deporte, alejarlos de los vicios, así como también apoyar a quienes tuvieran condiciones de jugar fútbol profesional y que no pudieran hacerlo por razones económicas. “Les ayudó con zapatos, con uniformes […] vamos a extrañar la cabeza del “Chucho”; ahora el profe Cléver Chalá tiene que seguir adelante […]”, señala Alejandro, padre de 2 pequeños, de 5 y 9 años de edad.
Por su parte, otro de los profesores que inició la empresa sembrada por el “Chucho” aquí en México, en esta humilde zona de la gran metrópoli del Valle de México, Juan Cermeño, espera que la escuela pueda en un futuro entablar una relación de amistad con el pueblo de su fundador y quien fuera presidente, así como también de su actual vicepresidente, Cléver Chalá, el pueblo ecuatoriano.