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El Telégrafo
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Agentes dirigen su mirada a la “Mini-Tri”

Agentes dirigen su mirada a la “Mini-Tri”
24 de julio de 2011 - 00:00

Antes de que la Federación Ecuatoriana de Fútbol implementara, en 2006, la regla de que un Sub 19 debía actuar en el primer equipo, poca o nula importancia tenían los juveniles en la mente de los representantes de futbolistas.

Pero desde que empezaron a destacar en sus equipos y en torneos internacionales, los ojos de los agentes, tanto ecuatorianos como extranjeros, se posaron en las nuevas figuras del balompié nacional.

Michael Arroyo fue uno de los juveniles más destacados de ese año, entre los 50 Sub 19 que actuaron en esa temporada. “Gambetita” jugó 28 encuentros, con un promedio de 54 minutos por partido. Los años siguientes continuó con Emelec, luego pasó por Deportivo Quito y hoy juega para el San Luis de México.

“Fue un acierto de la FEF que se incrementara el tiempo en cancha para los juveniles, porque la idea no era que salieran al minuto de entrar. El jugador de esa edad ganó más experiencia y ahora puede encarar los torneos juveniles internacionales de una mejor manera”, afirmó el representante de futbolistas, Jorge Guerrero.

La selección Sub 20 está a una semana de su debut en el Mundial de la categoría en Colombia, por lo que la exposición frente a cazatalentos de los mejores equipos del mundo está asegurada. De la lista de 21 elementos que actuarán en Colombia, la mayoría cuenta con un agente. Algunos desde hace varios años, mientras que otros recién tienen quien los represente.

Existen dos caminos para que un empresario pase a representar a un futbolista. Cuando un jugador requiere los servicios del agente y viceversa y cuando el representante ve un elemento que tenga buenas condiciones. Desde esa perspectiva también entra la labor del observador, que es un colaborador del empresario, de su confianza. El primero sigue los pasos del jugador y evalúa si su futuro se presenta promisorio, de acuerdo con sus condiciones futbolísticas.

El ecuatoriano Jorge Guerrero es el agente que cuenta con más representados en la selección Sub 20, cinco elementos: John Narváez, Dixon Arroyo, Juan José Govea, Jorge Luis Cuesta y Marlon De Jesús. “Para empezar una relación se debe firmar un contrato primero. El papel del representante es asesorar legalmente al jugador y también promocionarlo en el exterior”, aseguró Guerrero.

El ecuatoriano dijo que con el pasar del tiempo en el oficio, ha aprendido a tener ojo para elegir jugadores, pero, asimismo, se rodea de la  gente más entendida en el fútbol y confía en la opinión de los observadores  que trabajan a su lado.

Él,  junto con sus colaboradores, ve a Govea, delantero del Deportivo Cuenca, con mejores oportunidades para emigrar al extranjero después del Mundial Sub 20.

Guerrero mantiene  contactos con empresarios de otros equipos del mundo o cazatalentos de clubes como el Manchester City de Inglaterra o el Paris Saint Germain francés, por citar algunas de las 11 instituciones que tendrán emisarios en el Mundial y con las que Guerrero tiene relaciones.

En el caso de Dixon Arroyo, por ejemplo, Guerrero lleva representándolo por tres años. Antes jugó en Barcelona y su agente era Marcos Zambrano.

Después de llegar a un acuerdo, Arroyo terminó su relación con Zambrano y se vinculó con Guerrero, que lo ubicó en Deportivo Quito desde la temporada 2009.

“Él me trajo al Quito. Tenemos una buena relación, porque siempre está pendiente de mí y de lo que haga. Hablamos seguido, cuando él está en el país”, aseguró Arroyo, volante de marca “chulla”.

Futbolistas y agentes deben firmar un acuerdo por mínimo seis meses y por máximo dos años, el que pueden renovar cumplida esa fecha. Este contrato reposa en la Federación Ecuatoriana de Fútbol y solo agentes FIFA pueden representar a los jugadores. En el país existen once personas que tienen esta condición para trabajar.

Juan Pablo Zabala, colaborador de Guerrero, aseguró que además de la persona que realiza el “scouting”, tienen entrenadores amigos que refieren a un chico, y gente en otras provincias que les envían a los jugadores a Quito para evaluarlos. No quiso revelar quién es la persona encargada de realizar el análisis puntual de los futbolistas, pues ésta es una de las piezas clave dentro de la tarea de un empresario.

Diego Herrera, también agente FIFA, tiene tres representados en la “Mini-Tri”: Marcos Caicedo, Fernando Gaibor y Andrés Oña. El primero, extremo “eléctrico”, está junto a Herrera hace un año y medio.

“Lo conocí en Emelec y me habló entre algunas cosas sobre mis cualidades, me dijo que éstas podrían darme un buen futuro. Yo sabía, además, que él es el agente  del “Toño” (Antonio Valencia) y eso me hizo pensar que si lo puso a él en Europa es una persona seria”, comentó el jugador azul, que se vinculó con Herrera, después del inconveniente que tuvo a inicios de 2010.

El  jugador quiso pasar a Deportivo Quito, incluso se entrenó con el equipo, aludiendo que su contrato con los “millonarios” fue firmado cuando era menor y que al cumplir la mayoría de edad sería un jugador libre, dándole de esa manera la facultad de fichar por el club que él deseara, a los 18 años.

Después de unos días, el problema se solucionó, Caicedo aceptó su error y regresó al club para el que ha jugado desde los 12 años. Su contrato va hasta fin de temporada.

La tarea de Herrera tuvo también una complicación en la representación de Renato Ibarra, pues existió una pugna con el argentino Fernando Barredez. Ambos aseguraban ser el agente del ahora jugador del Vitesse de Holanda; sin embargo, al final el argentino se quedó con el carrilero derecho.

Ibarra decidió terminar su contrato con Herrera cuando faltaban seis meses para que este concluyera. El jugador aludió poco contacto con su empresario. “No me sentía bien con él. No hubo nada concreto (sobre una posible propuesta del exterior)”, dijo Ibarra,  que escuetamente afirmó que la propuesta de Barredez le pareció mejor.

Poco después de que se confirmara con la FEF que Barredez estaba a cargo de Ibarra, el “gaucho” lo ubicó en el Vitesse holandés, equipo donde también jugó el defensa nacional Giovanny Espinoza (2007).

José Luis Chiriboga también está entre los agentes acreditados por la FIFA y dentro de la nómina de la Sub 20 tiene a dos elementos: Juan Cazares, del River Plate de Argentina, y Edson Montaño, actualmente en el KAA Gent de Bélgica.

Desde hace ocho años es agente de jugadores y, por ejemplo, estuvo junto a Felipe Caicedo cuando fue transferido del Basel de Suiza al Manchester City y también con Jefferson Montero, cuando pasó del Independiente del Valle al Villarreal de España.

Al igual que otros agentes, espera estar en Colombia para ver el accionar de sus representados y lograr contactos con otros equipos de diversos países.

El entrenador Sixto Vizuete aseguró que la participación de la “Tricolor” en Colombia será una vitrina para sus jugadores, pero eso no los hará perder la concentración durante el torneo.

“Somos conscientes de que van a estar bajo la mirada de mucha gente, pero eso debe ser una motivación más para ellos. Representar al país y llegar lo más lejos posible está primero. Luego llegarán las opciones de salir al extranjero, todo está en las manos de ellos y del juego que demuestren en la cancha”, dijo el DT.

El negocio de los agentes también depende  de la fortuna, del estar en el momento justo para lograr representar a un futbolista destacado, así como también de si el jugador sobresale, si se convence de su potencial -son muchos los talentosos que se quedan, por diversas razones,  en el camino- y se encuentra a gusto a su lado.

En algunos casos los representantes también son una guía, ya que al ser algunos jugadores de otras provincias, llegan sin sus familias o alguien quien los oriente. Según Zabala, conocer su entorno y de dónde vienen es importante. Además, es fundamental que no dejen a un lado la parte académica.

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