De la mano de Steven Gerrard, que quiere llevar a su equipo al primer título local en 24 años, Liverpool goleó ayer por 3 a 0 a Manchester United en Old Trafford y quedó a 4 puntos de Chelsea, que cayó ante Aston Villa, en la cima de la Premier con un partido menos.

Los locales siguen sin encontrar el funcionamiento de antaño y a pesar de contar con un nutrido grupo de estrellas, navegan por la mitad de la tabla y sus hinchas comenzaron a cansarse del entrenador, David Moyes, que reemplazó este año a Alex Ferguson.

Liverpool fue un rival demasiado grande para el United, que nunca pudo mostrar su mejor rendimiento a pesar de contar con la ventaja de la localía, donde los visitantes no ganaban desde hace 5 años.

Desde el comienzo del encuentro, los ‘Reds’ tomaron la iniciativa de la mano de la dinámica en su línea de volantes y la velocidad ofensiva de sus delanteros.

Antes de los 10 minutos Daniel Sturridge tuvo la primera oportunidad, que en un veloz ataque definió desviado cuando quedó mano a mano con el arquero De Gea.

A partir de allí Liverpool se hizo del control del duelo y generó peligro, con Suárez como principal arma ofensiva. Con el correr de los minutos, Manchester United logró equiparar las acciones, le quitó la pelota a su rival, se instaló en campo rival, pero no era claro en los último metros y el arco contrario le quedaba demasiado lejos de sus intenciones.

Steven Gerrard, con 2 penaltis a los 34 y 46 minutos, sentenció el triunfo del Liverpool. Incluso tuvo un tercero por falta inexistente del serbio Nemanja Vidic -fue expulsado por doble amonestación (78’)-, pero envió el disparo al palo derecho de la portería del español David de Gea.

El United fue una caricatura que no tuvo capacidad de reacción. Incluso el uruguayo Luis Suárez se encontró con un tiro fallido de Daniel Sturridge y, en solitario, batió con un preciso zurdazo a De Gea para sellar el definitivo 3-0 a los 84 minutos de juego.