La humedad del clima en Guayaquil y la caída de sol (17:10) que le pegaba directamente a sus ojos -protegidos con unas gafas-, no fueron obstáculo para la atleta Diana Landi, que se adjudicó el primer lugar en la competencia 5K, organizada por la marca Nike. 

Desde la partida, la joven de 25 años le sacó ventaja a sus inmediatas perseguidoras, que superaban las 1.500 corredoras en una competencia que tenía la característica especial de ser solo para ellas, las mujeres, que se calzaron sus tenis,  licras apretadas y camisetas Dri-Fit para  tomarse las calles del Puerto, donde fueron alentadas por el público guayaquileño.

El trayecto, que inició en la bajada del puente 5 de Junio y terminó en Malecón y Loja, contó con la custodia de 10 agentes de la Comisión de Tránsito motorizados y una camioneta que detenía el tráfico en las intersecciones de las calles.

A la altura de 9 de Octubre y José de Antepara, la pichinchana Landi ya le había sacado más de una cuadra de ventaja a Jeaneth Collaguazo. Las cámaras se enfocaban en la atleta que por primera vez estaba corriendo 5 kilómetros.

Landi, que compite profesionalmente desde el  2006, se ha especializado en pruebas de 10 mil y 15 mil metros. Además,  ya ha representado al país en la tradicional San Silvestre, que se corre en Brasil.

El tiempo que cronometró la deportistas capitalina fue de 16 minutos y 20 segundos, casi un minuto por encima de lo que marcó la segunda en la modalidad Abierta, Jeaneth Collaguazo (17’12”). Tercera arribó Angela Brito (17’24”).

“Sin duda que las calles de Guayaquil son duras de correr. Pero en el trayecto no tuve problemas con el asfalto. Me gustó correr acá. Espero volver pronto”, señaló Landi, quien compitió por primera vez en el calor del puerto principal.

Ya en la meta, mientras sus músculos recibían atención del masajista, Diana confesó que el secreto de su éxito en Guayaquil es el trabajo que hace con su esposo y entrenador, Leonel Ramírez. Pero “Leo” no fue el único que se acercó a arengar a su esposa. Para las que no alcanzaron medallas, los premios fueron los besos de sus cónyugues.

“Ya son 5 años en que mi marido es el que me instruye. El también fue atleta, pero desde el 2006 no participa. A partir de ahí se dedica de lleno a mí, tanto en la casa como en la profesión deportiva”, indicó entre risas la capitalina Landi.

Diana, que viajó a Guayaquil sin su hija, comentó que el haber pensado en ella le ayudó a motivarse para ganar la carrera. “Sin duda que los hijos son la inspiración de uno. El triunfo se lo dedicó a mi familia y mi esposo, me regalé el oro antes del Día de la Madre”, destacó la atleta.

Antes de la premiación, los organizadores del evento les entregaron, conforme llegaban las deportistas a la meta, un póster dedicado a las madres, en alusión al día universal de ellas, que se celebrará el próximo domingo.

Además, les ofrecieron una funda con frutas y “una rosa para el ser más bello que nos da la vida, la mujer”, apuntó Paola Santamarín.