Real Madrid vuelve a la final de la Champions League después de 12 años, y lo hace consiguiendo lo que nunca había logrado: ganando en Múnich y regalando una poderosa exhibición de efectividad, convencimiento y buen juego.

Sin dar opción alguna al equipo alemán desde el primer minuto, el equipo que dirige Carlo Ancelotti decidió escribir una de las páginas más gloriosas de la historia de la entidad madridista, derrotando al Bayern por un contundente 4-0.

Luego de ganar 1-0 en la ida, el Madrid terminó las semifinales con un marcador favorable de 5-0. Ramos marcó dos tantos de cabeza en los minutos 16 y 20, mientras que Cristiano Ronaldo anotó a los 34 y a los 90.

El Bayern Múnich distó mucho del equipo contundente que ganó la Champions el año pasado y cedió su corona ante un Real Madrid más concreto, certero y concentrado durante toda la eliminatoria. Esta caída repercutirá seguramente en el futuro de Pep Guardiola.

La única noticia negativa en la histórica victoria del Real Madrid, la primera que logra en Múnich tras 9 derrotas y un empate, fue la tarjeta amarilla que recibió Xabi Alonso y que le impedirá estar en la final de Lisboa el 24 de mayo.

El primero en tomarse su particular revancha en este partido fue Sergio Ramos. Hace dos años, el arquero Neuer se mofó en su cara por aquel famoso penalti en la tanda de la vuelta de las semifinales que acabó en cualquier lugar de la estratosfera. Sus dos especiales cabezazos, el primero tras córner de Modric y el segundo tras falta contra Bale, enterraron para siempre aquella pesadilla. Ronaldo rompió ayer otro récord individual al convertirse en el primer jugador de la historia en alcanzar los 16 tantos en una edición de la Copa de Europa. Con sus dos goles deshizo el empate a 14 que tenía con el argentino del Barcelona, Lionel Messi (2011-2012), y el brasileño del Milan, José Altafini (1962-1963).