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El Telégrafo
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El “Face” acortó las distancias entre Paola y sus familiares

El “Face” acortó las distancias entre Paola y sus familiares
04 de mayo de 2012 - 00:00

Paola Pérez, marchista azuaya que clasificó a los JJ.OO. de Londres en los 20 km, se comunica con sus padres cada fin de semana vía Facebook, pues actualmente se encuentra entrenando en Polonia.

Son las 14:30 de la tarde de un sábado y en un cyber café, ubicado entre las calles Rafael María Arízaga y Mariano Cueva, al centro norte de Cuenca, hay cinco personas, cuatro de ellas están sentadas al frente de una computadora y reflejan un sentimiento que parece les provoca ingresar en el aparato.

En el monitor se observa la imagen de una chica que sonríe casi siempre, como si le dijeran una noticia de esas que todas las personas esperan. Es el diálogo que sostiene Paola, marchista ecuatoriana que el pasado 21 de abril obtuvo la marca “A” para asistir a los Juegos Olímpicos de Londres, con sus padres, hermana y una tía. La comunicación se  realiza en un lugar particular, porque la familia Pérez-Saquipay no cuenta con el servivio de Internet en su hogar.

FANÁTICO observó el diálogo entre la marchista, sus padres, Luis Pérez y Rosa Saquipay; su hermana Nelly (18); y su tía Norma Pérez, que se realizó vía videoconferencia en la red social de  Facebook.

Con una camisa y una gorra  color tomate -que tienen un poco de masilla de carro en algunas partes, pues trabaja como latonero-, Luis, el padre de la deportista, es quien abre el diálogo. “¿Y cómo estás mija?, pregunta el progenitor. “Muy bien papi, pero ¡¡¡extrañándoles!!!”, dice la muchacha de 22 años.

La señal de Internet tiene deficiencias y por momentos se cae la comunicación. “Intenta arreglar eso”, le dice Rosa Saquipay a su hija Nelly. La señal se restablece e inmediatamente Rosa se coloca al frente del monitor para conversar con su hija.

“¿Y cómo está mami?, ¿qué se sabe de la casa?”, pregunta Paola. “Tu papi conversó con el presidente de Federación Deportiva del Azuay (José Verdesoto) y le dijo que ya nos la van a dar”, responde la señora.

Y es que en días anteriores, el ministro de Deportes, José Francisco Cevallos, había llamado al padre de la deportista para ofrecerles una vivienda, para que puedan habitar cómodamente, a diferencia del espacio de 36 m2 en el que han permanecido por los últimos 17 años. El titular de FDA es el encargado de realizar gestiones para que este ofrecimiento se concrete.

“Mi hija está contenta, pero a la vez preocupada porque según han manifestado otros deportistas, a veces las promesas sólo quedan en palabras, pero yo confió en que estas autoridades son gente seria y nos van a ayudar”, sostiene don Luis.

Luego de 20 minutos la señal de Internet se va definitivamente y no se puede profundizar en la conversación. Aunque el tiempo fue escaso, la marchista pudo dialogar -aunque rápidamente- con sus padres y apenas pudo saludar a su hermana Nelly y a su tía Norma Pérez.

“Ella (Paola) siempre tenía la ilusión  de darnos una casa con su esfuerzo. Ahora que consiguió la marca, ese anhelo se cumplió”, dice sonriente doña Rosa.

La ilusión que causa en la familia Pérez el hecho de tener una casa es evidente. A pesar de que don  Luis se muestra sobrio en sus expresiones, su rostro refleja ansiedad y optimismo.

“La situación económica es muy complicada, muchas veces a nosotros nos costaba financiar los viajes de mi hija a nivel nacional, no se diga internacional. Esta (el regalo de la casa) es nuestra oportunidad de mejorar, gracias a Dios”, sostiene, para luego relatar que su hija en más de una oportunidad quiso dejar el deporte por la falta de dinero.

“A pesar de que a ella le gusta mucho el atletismo, a veces nos decía que quería abandonarlo y conseguirse un trabajo para apoyarnos en el aspecto económico. La última vez que nos dijo eso fue en diciembre, pero junto a mi esposa le aconsejamos que no se rindiera”, confiesa Luis, que mensualmente recibe un sueldo de $ 480,00.

Y es que debido a las calamidades financieras que la familia Pérez-Saquipay ha sufrido a lo largo de los años, Mónica (24), la hija mayor, quien era fondista, tuvo que dejar el deporte base.

“El atletismo requiere de zapatos caros, que sean de marca y a veces no teníamos para ayudarle (a Mónica). Paola de vez en cuando utilizaba unos  medio baratitos para entrenar y participar”, manifiesta la madre.

Luego del diálogo, finalmente se retiran del lugar y se dirigen hacia su casa. El próximo sábado, a la misma hora, en ese u otro lugar, podrán comunicarse nuevamente con “su adorada campeona”.

Su trabajo ya da resultados

Aunque la videoconferencia se corta, FANÁTICO pide permiso a la familia y chatea con la deportista, que está realizando un campamento de preparación en Polonia. En comunicación vía Internet manifestó que se siente contenta, pues producto de su esfuerzo, su familia podrá tener una casa en donde vivir dignamente.

“Yo estoy feliz, gracias a Dios se cumplió un anhelo más… en beneficio de mi familia, que es lo que más adoro”, redacta un mensaje.

La deportista clasificada a los 20 kilómetros marcha para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, comenta que se mantendrá entrenando en Polonia hasta días antes  de participar del Mundial de Atletismo a realizarse en Saranks-Rusia, entre el  12 y 13 de mayo. Luego, el 15, retornará al país para “darles un abrazo fuerte a mis padres”.

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