El presidente de la FIFA, “Sepp” Blatter, se mostró confiado en que el Mundial de Brasil será un gran éxito, pero constató que hay retrasos en la organización, mayores de los que tenía en el mismo momento Sudáfrica en 2010.

"Brasil está más retrasado en la preparación que Sudáfrica en el mismo periodo. Pero no dudo de que un gran país de 200 millones de habitantes organizará un gran Mundial de fútbol", indicó Blatter en una entrevista que publicó "France Football".

Blatter recibió la semana pasada a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en Zurich, donde recibió garantías de que la competición se desarrollará con normalidad.

"Es la primera vez que un país tenía siete años para organizar un Mundial y tiene retraso. Le hice un pase en profundidad a Rousseff que recibió bien. Después nos hemos intercambiado mensajes y me ha dicho: la pelota está en nuestro campo y voy a probarle que estaremos listos", dijo Blatter.

El presidente de la FIFA se refirió también a las protestas surgidas en el país. "Era un movimiento espontáneo sin objetivo ni cabeza. Las cosas han cambiado", comentó.

Blatter consideró que las críticas de la FIFA a los organizadores del Mundial han molestado mucho en Brasil por el orgullo del país. "Brasil es la sexta economía del mundo y su Jefa de Estado está en todas las grandes reuniones internacionales.

Se ha convertido en un país más orgulloso de lo que era", afirmó.

Pero precisó que "el orgullo no debe hacer olvidar los compromisos adquiridos por el Gobierno para llevar a cabo las infraestructuras".

El presidente también envió un mensaje tranquilizador sobre el calor en el país y las diferencias de temperatura entre el norte y el sur y recordó que ya se han disputado otros Mundiales en condiciones similares, como los de Estados Unidos o México.

Blatter explicó que hay menos problemas en los mundiales organizados en Europa porque el poder central es más fuerte y puso el ejemplo de Rusia, que organizará la competición en 2018 y que consideró que está muy avanzada.

Sobre el Mundial de 2022 en Catar, el presidente de la FIFA indicó que la decisión de desplazarlo al invierno para evitar las elevadas temperaturas la tomará el Comité Ejecutivo tras estudiar los informes encargados. Señaló que nunca ha dicho que la atribución de ese Mundial fuera un error, lo que él cree erróneo es que se juegue en verano.

Blatter criticó que la Comisión Europea esté investigando las condiciones laborales de los trabajadores que levantan los estadios en Catar. “Si la Unión Europea quiere proteger a los obreros debería vigilar a las grandes empresas que trabajan
en las infraestructuras de Catar, que en su mayor parte son europeas, sobre todo francesas y alemanas", afirmó.

El suizo no reveló si se presentará a la reelección al frente de la FIFA en las elecciones del 2015.

"Me siento demasiado bien. Hace 39 años que estoy en la FIFA. Tengo dos corazones, el de la vida y el del fútbol. Tengo que pensármelo", aseguró el máximo dirigente que tiene esa institución y que ya tiene 16 años al mando de ella.

MANIFESTANTES PREPARAN MÁS PROTESTAS

Una nueva jornada de protestas contra el Mundial de Brasil-2014 fue convocada para el 22 de febrero en Sao Paulo, donde el pasado sábado un joven resultó herido de bala en una manifestación similar.

La protesta fue convocada en la página Contra Copa 2014, de Facebook, en la que 4.000 personas han confirmado su asistencia.

"Brasil recibirá la Copa del Mundo de 2014, pero la población que no fue consultada es la que va a pagar el precio", dice la convocatoria, que asegura que el país vive un caos por la falta de inversiones en salud, educación e infraestructura. No se
informó si la convocatoria es para otras ciudades, como el sábado pasado en que se programaron actos en 36 ciudades. La protesta del sábado tuvo una respuesta baja y pacífica en la mayoría de ciudades brasileñas, a excepción de Sao Paulo, donde 2.500 personas salieron a la calle y un joven resultó herido de bala por la policía.

Además, un vehículo fue incendiado, una patrulla policial destrozada y varios negocios resultaron afectados al final de la marcha de Sao Paulo.

La FIFA condenó la violencia en las manifestaciones. Las protestas reviven en Brasil, aunque con menos participación que en junio pasado cuando en plena Copa Confederaciones de la FIFA más de un millón de personas salió a la calle en demanda de mejoras en salud, educación, mano dura a la corrupción y contra el excesivo gasto público en los grandes eventos deportivos.