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El miedo al ginecólogo aún persiste

El miedo al ginecólogo aún persiste
24 de octubre de 2016 - 00:00 - Redacción de7en7

Miedo y vergüenza son los principales sentimientos que tienen la mayoría de mujeres cuando se enfrentan a su primera revisión ginecológica. Y es que para ninguna fue sencillo que un especialista desconocido revise partes íntimas de su cuerpo. Algunos médicos recomiendan asistir al ginecólogo una vez iniciada la actividad sexual, otros aseguran que es fundamental hacerlo entrada a la adolescencia.

Cualquiera sea la opción, la importancia de los exámenes ginecológicos es que pueden detectar a tiempo alguna enfermedad.

Hay mujeres que asisten a su primera consulta ginecológica a edades avanzadas, el miedo al dolor que podría causar un examen, la vergüenza a que un extraño vea sus genitales o que deba contestar preguntas incómodas sobre su sexualidad son algunas de las razones. Según la psicóloga clínica María Cristina Castillo, la represión sociocultural que aún existe a la actividad sexual llena de temores a las mujeres, jóvenes o no, por lo que postergan por muchos años la revisión ginecológica.

La educación en base al “no te toques porque es malo”, o “si te pasó algo es porque te tocaste”, aún persiste. De acuerdo con Castillo, se educa con temor al deseo y a la búsqueda del placer, se conserva la idea de que es algo prohibido y castigado. De ahí que muchas jóvenes rechacen ir al médico para que nadie se entere de que empezaron su actividad sexual, o por timidez de que alguien toque su cuerpo, si ellas mismo no lo pueden hacer. Incluso muchas veces inconscientemente tienen miedo y vergüenza a sentir algo, como excitación, cuando el especialista les toque sus genitales, así que prefieren no acudir.

Estos bloqueos emocionales y confusiones pueden traer repercusiones negativas en las mujeres, como la falta de cuidado del cuerpo o quedarse en silencio si siente que algo malo pasa en su organismo. “Se requiere un cambio en la mentalidad de los padres para que no eduquen con miedos y vergüenzas a las chicas”, dice Castillo.  

Es importante trabajar con las mujeres desde pequeñas sobre la importancia del chequeo médico, se les debe informar en qué momento de la vida deben consultar con un ginecólogo y para qué.

Es recomendable iniciar las revisiones ginecológicas gradualmente. Según Castillo, se debe trabajar el tránsito de la niñez a la adolescencia y el pediatra podría ser el indicado de preparar a las niñas para sus futuras consultas ginecológicas u otras especialidades.

Las consultas a tiempo son importantes también para generar vínculos de confianza entre la paciente y el ginecólogo. Para Castillo, es fundamental que en la primera consulta de este tipo los médicos aclaren que no revisarán las partes íntimas de la paciente a menos que sea necesario. Cuando hay esa transición calmada, la joven confiará en su médico.

Para la ginecóloga Martha Flores, es fundamental la comunicación entre el profesional y la paciente para generar lazos de confianza y empatía. Explica que las jóvenes menores de edad por lo general crean barreras para este tipo de exámenes, pero estas paredes se rompen con la comunicación.

Flores considera fundamental explicar todo lo que se va hacer en la consulta médica, así como lo que se va haciendo durante el examen. “Hay médicos que manipulan sin decir nada, eso es feo, una debe ponerse en el lugar de la paciente”, dice Flores.

Los especialistas aseguran que  tanto padres como profesionales deben informar a la mujer desde pequeña sobre la importancia de asistir al ginecólogo, los beneficios que trae y los riesgos que podrían surgir sin un control permanente.

Para perder el temor a asistir al ginecólogo, el portal web Salud 180 recomienda hablar con el especialista sobre sus miedos, que la primera cita sea solo para conversar, y también es muy útil ir acompañada, podría ser su mamá, su pareja o alguna amistad de confianza. No tenga miedo a ser juzgada, el ginecólogo es un profesional, está para ayudarle y para resolver sus dudas. Recuerde que lo importante es verificar que goza de buena salud. 

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