Ya escojamos pues, ch...

Con eso de que todos le caen a palos (bueno, los todos que no son todos pero arman tal barullo que hasta ellos mismos se creen que son todos) al Presidente, a lo mejor ya andan algunos de esos todos soplándole la oreja al Obama… Y como el Premio Nobel(ero) de la Paz ya descubrió que puede dar “órdenes secretas”, pues a lo más mejor emite (¿o eructa, Alvarito?) una secretísima. Sólo la sabrían el Obama que la da, y el que se la da al Obama.

Con lo que allá no manda el que preside ni preside el que manda… En todo caso, dan la orden esa y de una vez se caen el Correa por andar pisando callos, cosa resbalosa; el Chávez por boquisuelto y al(b)aracoso; el Evo por tener sed de agua salada, chilena para peor con lo que Chile es el ejemplo. No se sabe de qué, pero ejemplo. Y hasta el Lula se cae por no haber ido a inclinarse el día de la visita… Ah caray. El Lula no. El Lula ya se cayó. Mejor dicho, se fue solito antes de que el Obama le sugiera. Con lo que es bastante sugeridor.

Al Gadafi, por ejemplo, ya le sugirió. O no. Al Gadafi le ordenó, pero el Gadafi se hizo el pend, es decir, el sordo. Y ahí está. A pesar de los bombazos, los misilazos y los balazos. Es que sabe que no son de a de veras. Los bombazos son de agua como si estuviéramos en carnaval cuando ya pasó. Parece que les quedó agua sin usar. Y los misilazos no son para freírlos sino para salvarlos. Es que los gringos son lo quiay para salvarlo a uno. A bombazos y misilazos.

A los panameños los salvaron de Noriega los gringos, a bombazos. Creo que salvaron como cinco mil en un barrio de Panamá, la capital de esa zona franca con bandera, que dejaron hecho bunga. Es que eran muy salvables. Todos pobres. Y a los pobres hay que salvarlos de la pobreza. A bombazos para que dejen de ser. Pobres, claro. Y a los iraquíes también los salvaron del Sadam. Y al mundo de paso con eso de las armas de destrucción más IVA. Que no hubo. Y con ese cuento ya llevan salvados como un millón. Siguen salvándolos pues el Bush W no los alcanzó a salvar a todos. En Afganistán también tan salvando. Y ahora Libia. Ojalá no tarden pues no va a quedar a quien salvar sino al Gadafi, que dijo que no se iba. Y les toca adoptarlo.

Pero ya me salí de madre. Es que me confundo mundo. Lo que decía es que voy a escoger candidato para los próximos cuatro años. A partir, cierto ¿no?, de que no se caiga el actual empujado por una orden secreta y el soplo del Hurtado. Que ya no sé si sopla. Pero intenta. Tonces hay que buscar sucesor. Y para eso hay, vieran, montones. Pero sólo uno llega. Es que ya no se usan tres como cuando el Triunvirato, ni cuatro como cuando el Gutierrato ese que no cuajó porque el Kiko anduvo en malas compañías. O sea con él mismo que es bien mala compañía. Solito se tropieza.

Pero tamos buscando. Y por experiencia y por procedencia y por herencia y por paciencia, el Delfín. Es el primero en la partida. Bueno, ya ha sido el primero. Como cuatro veces. Pero no llega a la llegada. En el envión final, siempre hay uno que lo pasa. Tal vez le cortaron la aleta impulsora. Siempre segundo: detrás del Roldós, detrás del  Borja, detrás del Sixto, detrás del Bucaram, detrás del… ya ni me acuerdo. En fin. Detrás. Sólo del Alvarito no. Es que como el Alvarito tampoco avanza, pior el de atrás, dijo el Delfín y no se presentó a la largada.

Luego está el Alvarito. Que empieza pero no llega. Es que tiene que cargar con la herencia para ir dejando sillas y televisores y frasquitos y camisetas. Ahí se cansa y lo pasa hasta el Mahuad, con lo meditador que era, y el Gutiérrez con lo tropezador que salió, y el Correa con lo acelere que es. Con razón lo pasó. ¿Se imaginan el Alvarito al ritmo del Correa? Infarto seguro. Tonces pasamos a mejor vida el Alvarito y la señora Azin, y los niños de las bananeras y el Carlitos Marx Carrasco y todos mismo pasamos a mejor vida. Con no verlo en la teve repartiendo saluditos con las manitas y sonrisitas y eructicos… ya uno se siente en mejor vida. Otro día seguimos escogiendo.