Ecuador, 13 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Los filmes de BAJO PRESUPUESTO enfrentan obstáculos

Sin pantalla grande el cine fluye en la Trinitaria

Los fines de semana el equipo de Trinity Island graba lo que será el segundo largometraje de Jackson Jickson como productor. FOTO: WILLIAM ALCIVAR
Los fines de semana el equipo de Trinity Island graba lo que será el segundo largometraje de Jackson Jickson como productor. FOTO: WILLIAM ALCIVAR
12 de marzo de 2014 - 00:00 - Jessica Zambrano Alvarado

¿Qué hace falta para hacer cine? ¿Tener presupuesto? ¿Auspiciantes? ¿Ser cineasta?
Jackson Jickson Quiñónez solo tiene flow y con eso basta para que este afrodescendiente cada sábado “junte a su gente” en la Isla Trinitaria para hacer del cine un acto emergente. En un rincón del estero que recorre Guayaquil está la Trinitaria, hecha grano a grano, y en la que nunca sobra polvo por contar. En el margen de lo rural y lo urbano Jackson Jickson apuesta por mostrar lo que hasta ahora el cine nacional no ha hecho. Esta propuesta va más allá de hacer cine de la realidad, se escribe desde la calle.

Trinity I
Hace un año y medio Jackson Jickson inició el rodaje de su primera película: The Trinity Island, Dime hasta cuándo. Las herramientas para este trabajo fueron una cámara casera, un editor profesional y gente que nunca había actuado, ni se imaginaba hacerlo. De locaciones sirvieron las cooperativas de la Isla Trinitaria, casas de caña y construcciones fuera de la estética del cine comercial, con lo cual fue posible graficar una historia de delitos que se consolida en distintas mafias y la respectiva guerrilla entre estas.

El soundtrack de la película es la música que su director compone con la agrupación Platota Musical, una serie de experimentaciones con reguee y hip y hop.

La ópera prima de Jackson Jickson se distribuye hace un año, aproximadamente, con los respectivos cuidados para proteger los derechos de autor, pues él mismo en calidad de productor y director es quien se encarga de comercializarla. Para asegurar su ganancia y popularidad aprovecha espacios como semáforos y buses. Aunque para lo convencional parezca una forma de comercializar deficiente, es así que este entusiasta cineasta ha mantenido reuniones con gente reconocida de la esfera del cine en Ecuador y con lo cual se gestiona un pequeño presupuesto para empezar a rodar una segunda película en la cual tiene la colaboración de José Daniel Cuesta, quien se reconoce a sí mismo como un artesano de la edición y que es la mente de cada plano para la nueva producción; Johan Pachar, director de fotografía; y Amaury Martínez, otro fotógrafo que ejerce desde la vocación.

Trinity II
Como cada sábado, este 8 de marzo el personal de Trinity Island volvió al ruedo desde las 14:00 “hasta quedar fundidos”. El objetivo es terminar en aproximadamente seis meses Noche sin sueño, película que se gestiona con la venta de la anterior, con las mismas locaciones y una buena parte del personal de la anterior.

Jackson Jickson, con una camisa roja sellada por la Platota Musical, sube a la línea de bus 119, en su recorrido por el Mall del Sur. Con su acento nativo, inicia la venta de su película que dice, es su pase VIP al estrellato. “Hola que tal mi gente, yo soy ciento por ciento ecuatoriano y en mi país hay talento”, inicia la promoción de su película en la que “muestra esa otra realidad, ese cine de calle”.

El público del bus se siente interesado. Compran la película por 1 dólar a cambio de identificar a los poco conocidos de la portada y constatar que se hace cine en la Trinitaria.

De la venta quedan a favor unos 20 dólares, con lo que se paga el refrigerio de la tarde y el taxi del camarógrafo para emprender el viaje al lugar del rodaje.

A la entrada del recinto está el “primer negro”, con esas palabras Jackson da el tono de aviso para parar el auto y recogerlo.

Ya en la cooperativa que es el escenario de la primera escena espera una voluntaria. Con ella se grabará uno de los flashbacks que añadirá a la película, un sueño en el que el protagonista recuerda cómo matan a su madre.

Para la escena hace falta un niño, un carro y una casa. Jackson Jickson va en busca de los recursos. En menos de veinte minutos llega de la mano con un niño de 8 años que al ver las cámaras empieza a llorar. “No importa”, en la escena debe estar triste. Minutos antes de iniciar, Cuesta y Pachar dialogan con Jackson Jickson. Deciden grabar una toma en picado, un travelling a pulso y el resto de la secuencia arreglarlo en la edición. El niño graba su parte, huye y como es en el cine recursivo, llega un Aveo plateado con Los Cuatro Maravillas, quienes prestaron su tiempo la semana pasada. Esta vez no había nada planificado pero se quedan para contribuir en la grabación. La gente del sector saca su silla, sube el volumen a su salsa preferida y da su propio soundtrack al drama de esta escena. Los niños que habitan en la zona por docenas no preguntan qué pasa, sólo se esconden, seguramente porque desde enero, cuando inició este segundo rodaje, ya preguntan demasiado y alguno de ellos ya tuvo oportunidad para figurar en la próxima película del barrio.

¡Acción! El Aveo acelera, levanta el polvo, la actriz finge un susto ¡Corte! El carro estuvo bien pero la interpretación de susto no estaba al ritmo que Jackson quiere para su película y va de nuevo ¡Acción!

Trinity III
En esta segunda película hay un guion de base y un plan de rodaje que terminan por alterarse, como sucede en lo real, debe pasar en este tipo de lenguaje cinematográfico.

En el cine comunitario los actores llegan a reproducir en papeles de ficción historias que con frecuencia enfrentan sus allegados: drogas, alcoholismo y discriminación.

Para Johan Pachar, lo innovador de este camino es Jackson Jickson, alguien que hace cine desde el empirismo pero que tiene en su cabeza muy claro el ritmo de cada escena. El cineasta en ciernes considera que esto es el inicio. Prevé iniciar estudios en la Universidad de las Artes y tal vez hacer una tercera película con la cual pueda conformar una trilogía. Mientras, como dice José Daniel Cuesta, siguen haciendo cine porque a diferencia de muchos que esperan lo adecuado para empezar su gestión “nosotros trabajamos más de lo que pensamos” y a partir de eso buscan los resultados.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media