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Es argentina y vive en berlín, donde dicta talleres de escritura para hispanohablantes

Schweblin apuesta por lo siniestro

Ha publicado 4 libros de cuentos. El último, aborda las relaciones cotidianas desde enfoques oscuros. Foto: Internet
Ha publicado 4 libros de cuentos. El último, aborda las relaciones cotidianas desde enfoques oscuros. Foto: Internet
14 de septiembre de 2015 - 00:00 - Redacción Cultura

Este año Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978) ganó el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero entre 850 textos enviados desde 32 países. Hace pocos días tomó un vuelo hacia Argentina para presentar el libro ganador, Siete casas vacías.

Schweblin, una de las autoras de cuento más leída del mundo,  está radicada en Berlín desde hace algunos años, donde dicta talleres literarios para la comunidad hispanohablante. El lugar de su ficción tiene 3 características: pertenece al cuento, está ávido de lo irreal y está localizado en Buenos Aires.

Desde su punto geográfico participa en todos los concursos de cuento que puede, pues, según dice,  tener una fecha de entrega le ayuda a soltar los cuentos que de otra forma prolongaría en sacarlos a la luz con el fin de mejorarlos.

En una entrevista para diario La Nación, opinó que el cuento es una constante en su escritura porque lo considera un movimiento intuitivo y natural. Su intención, como escritora, es narrar historias de la forma más efectiva posible. “Me interesan por su intensidad y por lo que me exigen como lectora. La novela también, pero en un libro de cuentos tengo muchas más oportunidades de recorrer mundos distintos de diversos modos”, dijo.

En Siete casas vacías, la argentina apuesta por lo siniestro. “Es un conjunto de relatos costumbristas, fuertes pero con dosis de amor y ternura, que bien podría estar en aquella antología de cuentos que hizo Rodolfo Walsh, Antología del cuento extraño. Porque Samanta parece una científica cuerda contemplando locos detrás de un microscopio y siempre con un bisturí en la mano”, dijo durante la premiación de la autora, Rodrigo Fresán, uno de los miembros del jurado del Premio Internacional de Narrativa Breve.  

Para Schweblin, Siete casas vacías es un libro que habla del recorte que hacen las personas de la realidad como “lo aceptable”.

“Qué comportamientos sociales son buenos o malos, posibles o imposibles (...) una cosa es lo imposible y otra es lo que difícilmente sucede. Las narraciones más interesantes son los sucesos improbables pero posibles”, dijo Schweblin.

En Siete casas vacías están compilados 6 cuentos cortos y uno largo. Explica que en este libro enfocó la extrañeza ante lo cotidiano desde la interioridad, los comportamientos y pensamientos de los personajes: “Es la zona en que somos más sinceros y auténticos. Te conectás con el otro, te enamorás o te haces amigo cuando te muestra su locura. Aunque sea lo que siempre tratamos de ocultar”, dijo reafirmando aquella postura suya de que donde no hay oscuridad, hay un cuento que no empieza.

Para que se produzca ese choque entre lo cotidiano Schweblin no crea personajes perturbados.

Según dijo en una entrevista en diario El Mundo, “lo que tenemos es desesperación por aparentar una normalidad que nos miente todo el tiempo sobre quiénes somos nosotros y los demás. Lo primero que pasa cuando de verdad sentís que conectas con alguien es que te cuenta su locura: ‘Bueno, en realidad yo no puedo dormir si no tengo encendido el ventilador de al lado porque ese ruido...’. Eso es. Eso somos”, dijo la argentina.

A pesar de su afición y tradición en el cuento, Schweblin confiesa que más allá de los géneros, le interesa la tensión que se crea palabra a palabra. (I)

DATOS

El libro de Samantha Schweblin El núcleo del disturbio consiguió el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes (2001); Pájaros en la boca ganó el Premio Casa de las Américas (2008). Ganó el Premio Juan Rulfo en 2012 con el cuento ‘Un hombre sin suerte’, incluido en el último volumen de Siete casas vacías.

Schweblin estudió artes visuales en la Universidad de Buenos Aires, en Argentina. Con dicha carrera dice haber aprendido más sobre cómo contar una historia que estudiando una carrera teórica como ‘letras’”.

Sus cuentos han sido traducidos al alemán, al inglés, al holandés, al húngaro, al italiano, al francés, al portugués, al sueco y al servio.

En 2012 fue incluida en la revista Granta como una de las mejores jóvenes narradoras en español. (I)

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