Ecuador, 16 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Una muestra deja al espectador ver su propio espejo

Douglas Macharet es un pintor empírico, autodidacta, que sigue la línea de lo abstracto con obras que delinean siluetas y momentos desfragmentados.
Douglas Macharet es un pintor empírico, autodidacta, que sigue la línea de lo abstracto con obras que delinean siluetas y momentos desfragmentados.
Foto: Lylibeth Coloma / El Telégrafo
10 de octubre de 2018 - 00:00 - Redacción Cultura

Un ensamble entre ciencia y misticismo dio vida al espíritu de Presagios Oníricos, del guayaquileño Douglas Macharet.

Una muestra que retrata la demencia colectiva en 33 obras hechas con diferentes técnicas de óleo y de grabados como punta seca, acrílico, acuarela, lápiz acuareable, tiza pastel y distintas dimensiones en torno al tema.

Psicólogo de profesión, Macharet debe una parte de esta exposición a su experiencia en el Instituto de Neurociencias y en otras instituciones educativas, donde atendió a personas que padecen trastornos mentales y que les retrató sus almas de acuerdo a su visión artística.

Inaugurada el pasado 3 de octubre, en la Casa de la Cultura, la exhibición presenta  retazos y pasajes de esta experiencia, sumados a temas personales y combinando con estudios metafísicos y de rituales de varias tribus, bajo un proceso de creación basada en la autohipnosis.  

En palabras del artista, su propuesta es una metáfora en la que el espectador podrá verse a sí mismo, convirtiendo a la obra en su propio espejo. También podrá construir su propia narrativa para palpar su pensamiento y beber de la fuente onírica de su espíritu.

“Yo venía investigando sobre chamanes de distintas partes de América Latina y me di cuenta de que todo lo que se estudia en la teoría de la psicología, de todos sus enfoques, en realidad tiene el mismo orden, los mismos patrones y me hablaron de la autohipnosis, algo que se aplica en la psicología”, cuenta Macharet.

Recuerda que un viaje que hizo a Bolivia lo llevó a conocer a una pareja de una tribu de Somalia, que lo adoptó simbólicamente y de acuerdo a sus costumbres, como un discípulo de sus enseñanzas.

Este matrimonio le anunció un presagio sobre el encuentro con una mujer que cambiaría su vida. Y así sucedió años después, cuando conoció a una francesa y mantuvo una seria relación que terminó con el viaje de ella hacia su país.

“Como decía Bangock: ‘Un artista siempre está inspirado cuando tiene el alma rota’”, anota el pintor, quien a partir de su despecho creó “Etapa de duelo”, una de las obras que conforman la muestra y creada como una figura abstracta en una forma  desfragmentada.

Macharet no es un pintor de academia, al contrario, su desarrollo ha sido orgánico, además de empírico y autodidacta, tomando  talleres con docentes amigos.

Dice que antes de aprender a leer y escribir, a los 4 años, se dedicaba a pintar sin saber los nombres de los colores.

Más adelante, cuando reconoció esta faceta artística, repasó la vida y obras de pintores de renombre que hoy son sus referentes.
“Por ejemplo, Escher me encanta y emociona hasta las lágrimas; también de los grabados de Goya y de Guayasamín he admirado su empeño y trabajo, en cambio de Picasso, la dedicación”.

Presagios Oníricos también destaca su pasión por la mitología griega. En su obra “El teatro de los sueños”, a más de resaltar los colores, plasmó a una mujer ascendiendo a ser diosa, también el sacrificio del cordero y gallo y un autorretrato de su accionar con la paleta en mano.

Este artista que por su experiencia como psicólogo aprendió a vivir con la demencia, nos entrega sus propios cuestionamientos de vida y una parte de su ensayo sobre el psiquismo que habla de la civilización como el verdadero manicomio. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media