Obra de Paúl Navarrete sigue su curso y llega al público (Galería)

Un emotivo momento se vivió la noche del martes en el bar-restaurante Pobre Diablo de Quito. Hubo risas, muestras de amistad, música y fotografía. El ambiente que normalmente rodeaba al fotoperiodista Paúl Navarrete, quien falleció el 1 de octubre pasado en un accidente aéreo cuando realizaba una cobertura en el pueblo de Sarayaku.

En la galería El Container del restaurante, desde el sábado anterior, se exhibió el último trabajo de Navarrete en la Amazonía ecuatoriana, así como las fotografías que sus amigos y colegas donaron para ser subastadas en beneficio de su familia.

Al ingresar, una imagen de Paúl, el eterno sonriente, invitaba a conocer cuáles fueron los últimos momentos que capturó. De la tarjeta de la cámara que quedó intacta después del accidente, los fotógrafos Dolores Ochoa, Sebastián Crespo y Coco Laso escogieron 16 ejemplares, que su familia vendió a $ 150 cada una.

En las salas continuas más de 60 trabajos se exhibían al público que ya había adquirido 12, previo a la subasta. El objetivo de los organizadores del evento era tratar de vender todo para crear un fondo para el pequeño hijo de Paúl, Lucas. Por ello, los interesados podían incluso reservar su fotografía para pagarla después.

Paúl Mena, amigo de la infancia de Navarrete, dio la bienvenida a   los presentes: “Para no morir hay que crear algo que vaya más allá de nosotros y que la gente pueda valorarlo después. Paúl cumplió con todo eso”, dijo.

Después de la intervención musical de la banda ‘Palo de gato’, la subasta fue conducida por Juan Ron, quien le dio un toque cómico.

El primer trabajo en venderse fue de Karla Gachet, ganadora del premio World Press Photo and POYi. La foto de Jenny Navarro fue la más disputada y finalmente se otorgó en $ 210. Con la de Pablo Corral se hizo una subasta a ciegas que terminó en $ 450. Se vendieron 43 fotos, en total, y se recaudaron alrededor de $ 4 mil. Se hará un catálogo digital con los trabajos que no se subastaron.