Ecuador, 28 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

“No podemos vivir las tradiciones bajo su inercia”

“No podemos vivir las tradiciones bajo su inercia”
12 de octubre de 2013 - 00:00

¿Quién es? Nombre completo: Guillermo Bustos. Formación: PhD en Historia, University of Michigan, Ann Arbor. Profesión: Profesor de Historia y Memoria en la Universidad Andina Simón Bolívar. Foto: Marco Salgado | El Telégrafo

Conocido convencionalmente como el “Día de la Raza” (otros también lo llaman “El Descubrimiento de América”), el 12 de Octubre de 1492 es la fecha en la que Cristóbal Colón y su expedición llegaron a la isla que los pueblos originarios de la zona llamaban Guanahaní.  

Sin embargo, este acontecimiento que ha pretendido depositarse en el imaginario de la gente como una fecha de conmemoración histórica, guarda varios vacíos y ocultamientos. Para Guillermo Bustos, docente de la Universidad Andina Simón Bolívar y estudioso de la memoria, “de lo que estamos hablando es de una conmemoración neocolonial, que a estas alturas no tiene ningún sentido ser celebrada”.

¿Desde cuándo se empezó a conmemorar el 12 de octubre en Ecuador y por qué se convirtió en una tradición nacional?
Esta conmemoración no se la celebra únicamente en Ecuador, sino en toda Latinoamérica. De alguna manera podríamos decir que este festejo de carácter histórico aparece en el siglo XIX, más limitado al ámbito letrado e intelectual de la época. Posteriormente, en la primera mitad del siglo XX, esta festividad toma un carácter público y masivo, y aparece fundamentalmente vinculada a lo que podríamos llamar una exaltación del pasado ibérico, que se convirtió en una empresa cultural, intelectual y política gestada especialmente en España a fines del siglo XIX, a raíz de la pérdida de sus dos últimas posesiones coloniales en el Caribe (Cuba y Puerto Rico),  a manos de Estados Unidos, lo cual desata una crisis en el país ibérico.

Fruto de esa crisis, ¿España quería recuperarse a través de una fecha que los enaltezca?
Esta crisis recondujo a España a tratar de desarrollar cierto tutelaje cultural, espiritual y político, en una especie de añoranza imperial-colonial que pretendía ejercer poder y control sobre el resto de la comunidad de países hispanoamericanos.

¿En qué contexto histórico-político esta fecha se instauró como una celebración a nivel mundial?
Es preciso señalar que lo que hoy conocemos como esta exaltación histórica tomó particular “vuelo” durante el régimen franquista, a partir de 1939, cuando el general Francisco Franco lideró el golpe de Estado en España y la posterior derrota a la Segunda República, para establecer el régimen fascista que duraría hasta su desaparición en 1975. En este escenario toman lugar una serie de reelaboraciones culturales que buscan exaltar de maneras particulares lo hispánico y, allí, sin duda, el 12 de octubre juega un papel central.

¿Cuáles han sido los principales cuestionamientos que han surgido sobre la conmemoración de esta fecha y desde qué sectores?
Un cuestionamiento radical tuvo lugar en 1992, cuando se recordaban los 500 años de lo que, según la historiografía conservadora, se llama todavía “La conquista de América”. Los pueblos indígenas en la coyuntura del quinto centenario pidieron que se llame a la fecha como “La invasión”, en vez de conquista. A decir de algunos autores y filósofos latinoamericanos, como Enrique Dussel, este episodio debería ser llamado “Encubrimiento”, en vez de “Descubrimiento”. En este contexto surgió una crítica social más que intelectual, que hizo reparos frente a esta fecha, que hoy en día es muy pertinente.

¿Se criticaba la fecha, pero no se rechazaba a España?
Esto no quiere decir que se hable de una manifestación antiespañola. Es preciso distinguir entre lo que sería la proyección del régimen franquista-fascista, la proyección colonial o neocolonial, y lo que hoy en día podemos distinguir como una relación entre dos países que han trabado una relación a lo largo de la historia, y que se ha manifestado en tres momentos cruciales de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI: La Guerra Civil Española, en donde se puede apreciar una emergencia del movimiento intelectual, cultural, literario y artístico de los años 30, que constituye la figura del intelectual latinoamericano comprometido con la causa republicana y genera un apoyo político, emocional y cultural a esta lucha política; la crisis bancaria de finales de los años 90 en Ecuador, que provocó migraciones forzosas hacia el extranjero y, uno de los destinos más recurrentes para nuestros compatriotas fue España; y, actualmente, la crisis que vive el país ibérico. Ecuador se ha convertido para los españoles en un destino codiciado en términos laborales y profesionales.

¿De qué manera las fechas impuestas desde el extranjero han reconfigurado las historias locales y nacionales?
Hay algunas conmemoraciones a lo largo del siglo XIX, como el 12 de octubre, que empiezan a convocar a exposiciones universales y que eran vitrinas en las que se exhibía lo que en ese momento se entendía por civilización y progreso; y claro, todo esto estaba asociado a la expansión europea y a la configuración de un imaginario europeísta de la historia universal. En el siglo XX esta lectura es asimilada bajo la perspectiva de exaltar el pasado hispánico de un país que ya no tenía la preeminencia internacional que había tenido cuando fue un imperio, es decir, era una búsqueda de compensación simbólica de lo que siglos atrás había sido.

¿Cómo debemos mirar actualmente el 12 de octubre?
Los hombres y  mujeres de este momento histórico podemos mirar el 12 de octubre no como un yugo, sino  críticamente y, así, escoger con  qué aspectos de esa tradición nos podemos identificar y qué aspectos debemos seguir poniendo en escena. Entonces, podemos hacer uso de estas conmemoraciones desde una mirada crítica y reflexiva, porque es necesario comprender el paisaje histórico y social del que viene, porque el presente en muchos aspectos es heredero del pasado. En este sentido, se pueden reformular las tradiciones.

¿Este proceso de reformular las tradiciones a nivel ecuatoriano estaría promoviendo un nuevo discurso con sello regional?
Es un momento de integración, en un escenario de globalización. Considero que se debe encontrar las dinámicas de esas dos lógicas y, en esas condiciones, los escenarios históricos que miramos del pasado no se agotan ni en lo local ni en lo global, sino que se los debe entender en sus interacciones y a partir de eso podremos vivir una ciudadanía más informada y  crítica, tanto en el espacio regional como en el espacio global. Para ello es necesario cultivar el ejercicio de la crítica.

Según explicaba la teórica argentina Elizabeth Jelin, el cruce entre el  recuerdo y el olvido son elementos fundamentales para la construcción de la memoria. Siguiendo este postulado, ¿cómo han interactuado ambos sobre la formación de la memoria del 12 de octubre?
El trabajo intelectual y académico de Elizabeth Jelin es una construcción fundamental para comprender los procesos, por ejemplo, de la cruenta represión que vivió el Cono Sur y de cómo encarar ese pasado oprobioso. Entonces, estos episodios históricos debían ser encarados bajo el sentido, no de la venganza, sino de justicia y reparación. A partir de eso podemos considerar a las llamadas tradiciones nacionales como construcciones sociales, culturales y políticas que obedecen a contextos determinados. Es importante entender que no podemos quedarnos en una situación pasiva y vivir las tradiciones bajo su inercia, sino, más bien,  tomar una postura activa y cotejar cómo nos sentimos representados por determinada fecha o tradición histórica, y ver en qué sentido se pueden plantear nuevas preguntas al pasado, desde el conocimiento y entendimiento de estos hechos sociales.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media