El estado de salud de la escritora canadiense Alice Munro es demasiado delicado para acudir a recoger su Premio Nobel a Estocolmo en diciembre, dijo ayer el secretario permanente de la Academia sueca.

“Su salud no es suficientemente buena”, escribió Peter Englund en su blog. “Todos los interesados, incluyendo a la misma Munro, lo lamentan, pero no se puede hacer nada en un caso como este. Aún no sabemos el formato que tendrá el discurso de recepción ni a quién se le entregará el premio en su nombre”, añadió el también historiador.

Munro, de 82 años, conocida como una de las grandes cultoras de la narrativa breve, advirtió a la Academia sueca el pasado 10 de octubre, día que se le concedió el Premio Nobel de Literatura, que no atravesaría el océano Atlántico. “Soy una mujer anciana, y mi salud es frágil”, dijo la escritora, cuando empezó a ser entrevistada por el galardón literario.

Dos de los últimos laureados con el Nobel de Literatura, la austriaca Elfriede Jelinek (2004) y la británica Doris Lessing (2008), también renunciaron a realizar el viaje por la misma razón. La Academia sueca envió el premio y la medalla a las embajadas de Suecia en sus respectivos países.