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El Telégrafo
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La feria del libro de la capital española se desarrollará hasta el 11 de junio

Madrid rinde homenaje a la literatura portuguesa

El encuentro se realiza en el Retiro de Madrid y desde la inauguración se regalan retoños de flores y frutales.
El encuentro se realiza en el Retiro de Madrid y desde la inauguración se regalan retoños de flores y frutales.
Foto: epimg.net
05 de junio de 2017 - 00:00 - Gorka Castillo. Corresponsal en Madrid

Si un libro es el imán que atrae a soñadores y aventureros, en el Parque del Retiro de Madrid se celebra ahora una de esas ferias que permiten al amante de la literatura disfrutar de una rara intimidad. La 76ª edición de la Feria del Libro de Madrid, la más grande e importante exhibición impresa de España, cuenta en esta ocasión con 367 casetas y 488 expositores entre distribuidores, libreros, editores y, por supuesto, escritores.

Portugal es el país invitado y el ensayista, filósofo e intelectual Eduardo Lourenço su magnífico anfitrión, alumbrando los buenos libros de su patria en esta feria como un candil en medio de la oscuridad. Desde Pessoa y Saramago hasta Antònio Lobo Antunes y Gonçalo Tavares.  

También la poesía escrita en portugués, con lecturas bilingües diarias de versos de Pessoa, y en lengua castellana tienen su espacio privilegiado. La autora más requerida aquí vuelve a ser la madrileña Gloria Fuertes, quien hace 19 años cerró sus negros ojos para siempre, pero a la que la feria le rinde un homenaje en el centenario de su nacimiento con varios actos en los que comparte memoria revolucionaria con Miguel Hernández.

Recordar al poeta valenciano a quien los fascistas recluyeron a la oscuridad de una celda en plena guerra civil española es casi una forma lírica de plantear qué futuro le aguarda al libro en el siglo XXI, un tema arduo e irresoluble entre escribanos y visitantes, y más en esta exposición de vanidades en la que la industria, la creatividad y el comercio se dan la mano obscenamente.

Desde su inauguración en 1933, la Feria del Libro no ha parado de crecer. En esta 76ª edición, inaugurada el 26 de mayo y que bajará el telón el 11 de junio, el número de libreros, editores y distribuidores se ha apoderado del alma silenciosa de un mágico jardín como el del Retiro de Madrid. Y también hace un guiño cómplice a los gatos en su cartel: “En Madrid, todos somos gatos. Gatos que leen”, explicó la autora del afiche que ilustra la exposición.

Una ciudad multicultural, que también contradice a Donald Trump en muchas cosas, que aspira a ser este año más verde y ecológica si cabe. Por eso, los organizadores de la exposición librera reparten desde el día de su apertura 1.200 retoños de flores y frutales preparados para su siembra.

Todo esto conforma un ecosistema literario, que como el sistema general del mundo, está construido en gran medida sobre apariencias, mentiras, vanidades... Reflejos y espejismos. Que se lo digan a Cervantes sino, que por aquí pasea, o a los artífices de las últimas publicaciones de ciencia ficción. Los visitantes, a miles desde el primer día, no sólo se benefician de descuentos especiales para alimentar el buen vicio de la lectura, sino que también tienen la oportunidad de encontrarse con los autores que cada día se exponen a intensas sesiones de firmas en las casetas de editoriales y librerías.

Fernando Aramburu, Isabel Allende, Camila Läckberg, Joël Dicker, Dolores Redondo, Enrique Vilas Matas, Javier Cercas, Antonio Muñoz Molina o Almudena Grandes son algunos de los escritores destacados que durante los 17 días de feria han desfilado o desfilarán por este recinto al que los árboles y las rosas aíslan de la algarabía urbana en la que vive Madrid. Es como si todos los participantes en esta Feria aceptaran de buen grado el consejo que un día regaló el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha cuando propuso que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.

Claro que en ese afán algo quijotesco de recorrer el laberinto de casetas de la feria madrileña se puede perder el sentido del espacio y hasta la razón pensando que lo que leemos y escuchamos es la realidad de un mundo herido. “Los libros nos ayudan a prestar atención. A volver a ver”, susurraba esta semana Fernando Aramburu al oído de un lector de su novela Patria, galardonada como libro del año en España. (I)

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