Los museos, una opción para el esparcimiento

“Quiero ver fósiles de dinosaurios en los museos”, dice Carlos. Esta es la primera vez que él y su padre visitan este espacio. Lo hacen juntos como parte de una tarea escolar. Antes a Carlos le hubiera parecido aburrido hacer esta visita pero con todo lo que le han enseñado en el colegio y que creía tan lejano le parece divertido.  

“¿Cómo es posible que hayan sido rescatados los objetos de estas culturas que vivieron hace tantos años?”, se pregunta Carlos mientras observa el poste totémico que Carlos Zeballos descubrió en Cerro Los Santos hace ocho décadas. Su padre confiesa no haberlo llevado antes por falta de tiempo. Esta vez escogieron el Museo Municipal porque les parece el más cercano a casa, pero como les gustó la visita piensan avanzar su recorrido hacia otros dos de la ciudad.   

Los museos en Guayaquil podrían conformarse en un circuito. Los siete que regenta el Ministerio de Cultura y el Museo Municipal que maneja el Municipio de Guayaquil están cerca y son de acceso al público. En el centro de Guayaquil hay más museos que parques para habitar. “Tomando en cuenta el clima y seguridad de Guayaquil, un circuito bien planeado de museos podría funcionar como una cadena de oasis para ir saltando de punto en punto de la ciudad. Un museo es un ágora, su propósito debe no solo ser ‘mostrar’ sino fomentar la discusión e interacción pública”, sostiene el arquitecto Eduardo McIntosh.

¿Es posible que los habitantes de la ciudad empiecen a ver en los museos un espacio para la interacción, además de lo que se han convertido los centros comerciales?   

En el caso de los espacios que tiene el Ministerio de Cultura a su cargo, desde la Dirección de Museos se ha propuesto captar el público más cercano: el de su comunidad (entiéndase vecindario).

Según recalca María Agusta Vargas, directora Nacional de Museos y Sitios Arqueológicos del Ministerio de Cultura, “los museos tienen como misión poner en relación bienes culturales y patrimoniales con los diversos públicos”. De acuerdo a esta premisa es que muchas de las actividades de los museos de esta red no concentran únicamente exposiciones permanentes.    

Las actividades que se realizan actualmente en los museos tienen la tendencia de incluir otras dinámicas, en las que además de relacionar al público con los bienes culturales los convierte de a poco en espacios que se posicionan para el esparcimiento de la comunidad. “En torno a ellos se generan actividades de educación, difusión, diálogo, interacción con la comunidad y recreación”, explica Vargas.  

Acercarse a su comunidad inmediata es, por ejemplo, el objetivo específico del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), el más visitado del país en lo que va del año, pues según la página Red de Museos del Ministerio de Cultura y Patrimonio, ha captado el 14% del total de público visitante de museos de todo el país. Hasta mayo tuvo 11.162 visitantes, lo cual significa un promedio de 372 visitantes diarios.  

David Giambroni, guía del MAAC,considera que “el gran desafío de los museos es atraer nuevos públicos. Los museos tienen el reto de crear cada vez nuevos motivos para que regresen los visitantes. Son espacios de educación no formal y deben tener contenidos complementarios al pénsum educativo para que haya un flujo constante de estudiantes”.  

El reto que se plantea para incrementar el público y formatear la dinámica del museo tiene varias perspectivas. Para Giambroni es importante el trabajo que se realiza en investigaciones sobre fenómenos culturales y sociales del entorno para incorporarlos a las actividades que realizan.

Para McIntosh, ciudades con el clima de Guayaquil terminan plagadas de centros comerciales por el aire acondicionado y la seguridad, pero los museos podrían tener una estructura funcional que incremente su acceso (además de mejorar sus horarios). “Debemos ir teniendo más plazas parques y soportales, pero la realidad es que tomará tiempo y por esto un edificio cerrado y seguro como un ‘mall’ es un modelo”.

Para McIntosh un museo tiene relativamente la misma escala (puede albergar tanta gente como un Mall quizás) y posiblemente sea igual de seguro y cómodo, “lo que usualmente no tiene son lugares de descanso, alimentación y distracción como un Mall (food court, sillas, juegos de niños etc). Hay que hacer museos multifuncionales (con patio de comida y áreas de descanso) que psicológicamente inviten a entrar”. (I)