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El etnomusicólogo Juan Mullo intenta ubicar a 11 adultos mayores

Los amorfinos fueron silenciados por terremoto

Benedicta Andrade y Anita Cano son cantoras que residen en el cantón Santa Ana, provincia de Manabí.
Benedicta Andrade y Anita Cano son cantoras que residen en el cantón Santa Ana, provincia de Manabí.
Archivo / Juan Mullo Sandoval
19 de abril de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Durante ‘un minuto eterno’ el terremoto derribó casas, iglesias y hasta un reloj centenario. En Manabí, 60 segundos del pasado sábado 16 de abril marcaban la historia enterrando buena parte del presente. Los sobrevivientes hacían un ejercicio de memoria para encontrar vestigios y las décimas (amorfinos) tradicionales de la provincia se eclipsaban. Al menos una decena de amorfineros -patrimonios vivos- eran silenciados por la incertidumbre.

Los museos, bibliotecas, archivos y sitios arqueológicos pueden ser monitorizados, pero sus equivalentes humanos —cantadores de versos y mitos de la oralidad montuvia— están incomunicados. “La muerte de uno solo de estos individuos es como la desaparición de una biblioteca entera”, le dijo el etnomusicólogo Juan Mullo Sandoval a EL TELÉGRAFO, “su memoria tiene una información importantísima; son adultos mayores, sabios de quienes no se considera su oralidad, tan valiosa como un repositorio de piezas arqueológicas”.

La etnomusicología traza cartografías sonoras, un mapa de voces y cantos que escasean en los archivos del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP), según Mullo, experto en el oficio del registro. “Tenemos que ayudar en esto porque es una nueva comprensión histórica el valorar a las personas que viven y que, por su sabiduría, son como bibliotecas ambulantes de la cultura”.

Los patrimonios vivos que identificó Juan Mullo —en su Cartografía sonora del litoral ecuatoriano (Guayas y Manabí), ayer, a la que tuvo acceso este diario— son: Amparito Mejía y Anita Cano (quienes residen en Tosagua); Felisa Franco y Benedicta Andrade, (Santa Ana); Dumas Mora y Eumeny Álava (Calceta); Alfonso Macías y Raymundo Zambrano (Manta); Rosita Basurto y Margarita Ordóñez (Picoazá); y Wilman Ordóñez (Guayaquil).

En medio de la tragedia —que sigue arrojando información a cuentagotas sobre las víctimas del sismo de 7,8 grados de magnitud— los caseríos y recintos de los amorfineros hacían imposible localizarlos.

Los acervos y archivos sonoros de la cultura montuvia tendrían una documentación menor a la negritud e indigenismo, dice Mullo, quien le atribuye esta falencia a la ausencia de un plan sobre el tema que articule sus pocos archivos existentes.

Los repositorios musicales de la cultura montuvia más importantes del país son: el del archivo del Banco Central del Ecuador y los archivos documentales del investigador de la cultura montuvia Wilman Ordóñez Iturralde, en Guayaquil; y, los documentos sonoros que custodia Mullo —por encargo de Ordóñez—, en Tumbaco (al nororiente de Quito). Sin embargo, el amorfino no tiene carpeta de archivo, está recogido y vivo en la oralidad montuvia. Por eso es importante localizar a quienes lo portan en la siniestrada Manabí.

“Cuando ocurren estas catástrofes y el MCyP responde con un plan para salvaguardar las piezas arqueológicas, salta la necesidad de proteger a los seres humanos que son bibliotecas que caminan, que son patrimonios vivos debido a su sabiduría, la cual también debería ser documentada. Urge un plan para la salvaguarda de patrimonios vivos, que están en las zonas más afectadas”, dice Mullo, para quien la reconstrucción de edificaciones patrimoniales —como la torre que contenía un reloj republicano, en Calceta— o del gran patrimonio arqueológico de la Costa no estaría completa sin el cuidado de las personas que, además de los artistas, cantan y narran su cultura.

Según el investigador, la cantora Josefa Franco —hermana de Felisa— habría fallecido en Santa Ana, el sábado último, pero no se ha confirmado si el deceso tuvo que ver con el terremoto o con su edad avanzada.

Otros de los artistas que atesoran saberes en Manabí son los fabricantes, a partir de la paja toquilla, de los tradicionales sombreros de Montecristi y a quienes el MCyP convocó como gestores culturales para asistir a las poblaciones afectadas. La línea (04) 3814 550, extensión 910, de esa institución está habilitada para acoger a voluntarios que quieran unirse a la iniciativa. (I)

Datos

Juan Mullo Sandoval es autor del libro Cantos Montoneros y Chapulos. Semántica de la canción alfarista, en el que rastrea el origen de las décimas en la época alfarista.

Los patrimonios vivos que conoce en lista el músico, en su Cartografía sonora del litoral ecuatoriano (Guayas y Manabí), son: Josefa Franco (+), Felisa Franco, Amparito Mejía, Dumas Mora, Alfonso Macías, Wilman Ordóñez, Eumeny Álava, Anita Cano, Benedicta Andrade, Raymundo Zambrano, Rosita Basurto y Margarita Ordóñez.

El resguardo de repositorios arqueológicos en Manabí estaría controlado, según Patricio Feijóo, subsecretario de Memoria Social del Ministerio de Cultura Y Patrimonio (MCyP). La institución no tiene una cartografía musical del patrimonio vivo en esa provincia. El Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano también asistiría a víctimas.

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