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En las dos sedes del festival se proyectarán 48 filmes hasta el 3 de junio

Las salas alternativas se abren por cierre del MAAC

El centro de mezclas de la Universidad de las Artes es una de las sedes de los EDOC este año.
El centro de mezclas de la Universidad de las Artes es una de las sedes de los EDOC este año.
EDOC.ORG
24 de mayo de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

La inauguración de la decimoquinta edición del Festival Encuentros del Otro Cine (EDOC), en Guayaquil, por primera vez no tuvo como sede principal la sala de cine del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).

El museo permanece cerrado tras el sismo del pasado 16 de abril por motivos de seguridad, al igual que otros espacios regentados por el Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCYP). Este sitio es la única sala independiente de la ciudad que tiene los equipos adecuados para proyectar cine. Sin embargo, antes de las medidas de prevención tras el sismo, el espacio requiere mantenimiento en los equipos de proyección y en el aire acondicionado. Así lo habría constatado la Dirección de Cultura de Guayaquil a la organización de los EDOC. De acuerdo a Ana Rosa Valdez, directora de cultura de Guayaquil existe ya una planificación para arreglar los daños técnicos.

Desde 2014, cuando el MCYP asumió la programación del espacio, las proyecciones de cine independiente, que anteriormente ofrecía la contratista Ochoymedio, se redujeron en frecuencia, teniendo entre su cartelera ciclos de cine de varios países, en convenios con embajadas. Ahora mismo, dentro de la planificación de la sala, se va a proyectar una muestra de filmes coreanos, del 10 al 12 de junio.

Las fallas técnicas que impidieron que la sala sea una de las sedes de los EDOC este año se evidenciaron en la última proyección que tuvo, en marzo. A través de la Universidad de las Artes se programó la película Gente de bien, del cineasta colombiano Franco Lolli. Entonces, Ramiro Noriega, actual rector de la UArtes, comentaba sobre las fallas de la proyección en color y sonido.

La última inversión que recibió el espacio habría sido en 2014, cuando el entonces ministro Francisco Velasco lo reinauguró bajo el lema ‘MAAC Cultura’. La reapertura tuvo un presupuesto de $ 300 mil, que el entonces Ministro declaró destinar al mantenimiento del aire acondicionado, las butacas, el arreglo de las luces y los equipos de sonido.

De acuerdo a Manolo Sarmiento, director de los EDOC, la Dirección Cultural de Guayaquil expresó su deseo de que el MAAC fuera sede del Festival, pero le pidieron esperar para equiparlo adecuadamente (esto requería de algunos gastos de inversión). Otra de las posibilidades que se presentaron para la programación del encuentro en Guayaquil fue organizarlo en la explanada del MAAC. Sin embargo se necesitaba de un permiso de operación por seguridad tras el sismo. Ninguna de las dos plataformas pudo confirmarse como sede previo a la realización del encuentro.

En el editorial de ‘El otro cine’, periódico que publica el festival anualmente, la organización recalca la ausencia del festival en el MAAC como una situación preocupante y una evidencia de los cuestionamientos que se iniciaron cuando este año, organizaciones públicas como el MCYP no concretaron un apoyo, como ha sido anualmente, en los últimos años de realización de este festival.

A diferencia de la sala de cine del MAAC, cuya capacidad llega a las 300 personas, las sedes que este año tiene el encuentro pueden acoger a solo 90 espectadores: 40 en la sala de mezclas de la Universidad de las Artes, en el centro de Guayaquil, y 50 en Casa Teatro Muégano, al sur. Desde el primer día de la realización del festival se sintieron las diferencias.

En la proyección de La desazón Suprema, del cineasta colombiano Luis Ospina, solo hubo 5 asistentes. En las siguientes, Hello Sea!, de María Grazia Goya, y Persistencia, del cineasta Fernando Mieles, el director de la película y el artista Allan Jeffs tuvieron que ceder sus asientos a dos de las más de 20 personas que se quedaron sin poder verla, durante su estreno en la ciudad. Mieles hizo énfasis sobre este contexto y dijo, antes de que inicie la proyección, que “solo nos queda la resistencia”.

“El público se reduce naturalmente, me parece grave que una infraestructura tan costosa como el MAAC no se pueda utilizar por falta de mantenimiento. Mantener equipos de video no es tan costoso, el equipo de amplificación tampoco lo es, entiendo que el aire acondicionado es caro. Pero no sé si el aire acondicionado donde funcionan las instituciones públicas pueda estar dañado, pero cuando se trata de una infraestructura cultural está dañado. Eso es grave, te habla de las prioridades, de un descuido”, dijo Sarmiento.

El director de los EDOC explica que el festival requiere de salas equipadas y su presupuesto —de $ 100 mil este año— no puede gestionar este aspecto, considerando que uno de los problemas que asume la realización es que no hay salas equipadas en el país. “Los centros culturales carecen de equipos de proyección, de pantallas de buena calidad y la idea es que el festival sea de buena calidad para que la gente lo disfrute. No se puede improvisar un equipamiento en una sala y es triste que en Guayaquil no haya una sala de cine arte abierta. Que esto pase en una ciudad de dos millones de habitantes es preocupante”, dijo Sarmiento. (I)

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