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El Telégrafo
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Las maestras esperan que sus estudiantes tengan motivación

Las maestras esperan que sus estudiantes tengan motivación
05 de febrero de 2012 - 00:00

La soprano Yasmine Yaselga, jefa del Área de Canto del Conservatorio Nacional de Música Neumane, dice que el estudiante de canto lírico debe tener definido el perfil de hacia dónde quiere ir, además de una motivación hacia la musicalidad, la afinación y disciplina. La edad indicada para iniciar es después de los 17 años, porque a esa edad hombre y mujer terminan el desarrollo de las cuerdas vocales y se puede pasar del registro corto, diapasón, con la práctica diaria, a determinado color o textura.

Yaselga pone el ejemplo de una estudiante que tiene el diapasón grande, pero su color es de mezzosoprano, que la gente la siente como otro tipo de pintura, color o textura. La soprano anota que en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, el Instituto Experimental de Música de la Universidad de Guayaquil y entre los maestros formados en la ex Unión Soviética se practica la escuela rusa de canto en Guayaquil, aunque Nelly Chávez de Rivas trabajó la escuela alemana en el conservatorio Neumane. Para la maestra, la clave es utilizar mucho la lógica y el sentido común para escucharse uno mismo y que otros también lo oigan para rechazar lo que pueda hacerle daño.

En el Conservatorio María Callas, que también ofrece clases de violín, piano y canto popular, Beatriz Parra es creyente de que Dios permite al humano nacer con una voz -el don del canto-, que estudia canto para aprender una técnica que le permita usar sus resonadores naturales. Añade que para el canto lírico hay que tener un bello timbre de voz, una posibilidad vocal de un registro amplio, voces especiales que necesitan un especial cuidado, técnica para que puedan proyectar y cantar en los teatros de ópera o con la sinfónica. Todos pueden estudiar canto para saber cantar lindo, porque es un arte atractivo.

La afinación y el tener ritmo son otros de los requisitos que menciona la soprano -formada por  Nina Dorliac- para el cantante lírico cuya coloratura de voz se distingue con mucha experiencia, incluso por el hablado. Desde su regreso de Rusia quiso enseñar como lo hace porque es un oficio de los puros de técnica y profundos en la enseñanza de la interpretación de la música.

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