La trompeta de Rubén Simeó sonará en la Casa de la Música (VIDEO)

Para alguien que vive a la altura del mar, respirar en Quito es difícil, no se diga ofrecer un concierto de trompeta. Pero eso para el virtuoso Rubén Simeó, de 22 años, no es un problema, como no lo es firmar autógrafos y tomarse fotografías con cada uno de los miembros de la Orquesta Sinfónica Nacional a quienes enseña, en la tarde de miércoles en una clase maestra, las cosas que a él le han ayudado desde que su padre y maestro J.V. Simeó descubrió que había nacido para la música.

Viene de visitar el monumento a la Mitad del Mundo y el Teleférico dentro de unos botines azules, un jean negro y una camiseta a rayas que deja ver el tatuaje que tiene en la parte delantera del antebrazo, aquella que muestra cuando se lleva la trompeta a los labios.

Nunca tuvo miedo escénico. Antes de aprender a sumar ya había comprendido que ese estado de ánimo es traicionero y que tocar en grandes auditorios o programas de televisión era un juego más, algo tan divertido como correr detrás de una pelota o andar en bicicleta. Más aún, antes de aprender a multiplicar ya había obtenido grandes premios en ciudades europeas, como Madrid, Vigo, Benidorm, Bruselas y Guebwiller.

Aunque su corazón se ha quedado en auditorios de España y Francia, sus escenarios preferidos son los de Tokio no solo por sus impresionantes dimensiones y arquitectura, sino también por lo respetuoso que es el público.

Mire el ensayo del trompetista Rubén Simeó con la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador

Aunque le gustan todos los géneros musicales, por ejemplo la salsa que ha escuchado en Ecuador durante sus movilizaciones, Simeó asegura que no hay nada como interpretar una melodía de Beethoven con una buena orquesta y que la obra que interpretaría antes de morir, si tuviera tiempo de hacerlo, sería la de su primer concierto, ‘Variaciones sobre el carnaval de Venecia’, que se ha convertido, además, en la preferida de sus seguidores.

Si bien la crítica ha resaltado sus condiciones técnicas inauditas, Simeó anda por el mundo con modestia, hablando de la suerte que tuvo de ser pupilo, durante dos meses, de Luis Enrique Dorantes, y pregonando lo mucho que disfrutó tocar junto a los trompetistas Luis Aquino, Maurice André y Michel Becquet.

Hace dos años el músico confesó que le gustaban los macarrones, la Coca-Cola, Gladiator, Francia y su novia Iria. Nada ha cambiado, a no ser porque actualmente le gusta también el tenis y Ecuador, país que en poco tiempo, dijo, se ha metido en su alma.

Como todo músico apasionado por su instrumento ha continuado enriqueciendo la colección de trompetas iniciada por su padre.

“Tengo tantas que mi madre me ha dicho que si no las ordeno las tirará a la basura”, confesó.

Recibió el Premio Europeo a la Cultura y ha grabado los discos ‘Baroque Virtuoso’, ‘The European Baroque Trumpet’ y ‘Rubén Simeó & Siena Wind Orchestra’.

Datos

Por el músico Lenín Palacios ha sido viable la presencia de Simeó en Ecuador a través de Fides, firma alemana de instrumentos musicales que auspicia al trompetista español.

Este es un concierto inscrito en la programación de temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador.

El recital se realizará en la Casa de la Música (Valderrama y Mariana de Jesús, sector Hospital Metropolitano).

La entrada general cuesta 10 dólares.