La otra jungla, poder amar... no amar el poder rememora los sucesos del 30-S (Galería)

Si uno le pregunta al pintor Luis Alberto Ruiz Saavedra (Cuba, 1957) qué fue lo que lo trajo hasta Ecuador, él responderá —con una serenidad inquebrantable— que “fue una deuda de gratitud con la aparición de las diferentes formas de vida en el Caribe”.

¿Pero qué tiene que ver lo uno con lo otro?, se preguntará el ávido lector, en primera instancia. Pues bien, mucho más de lo que hubiésemos pensado.

“Desde el punto de vista etnográfico —dice el pintor— venir a este país fue volver a mis ancestros, pues hay una vieja hipótesis de que muchos de los habitantes del Caribe, particularmente de Cuba, salieron desde el Napo”. Y luego lo explica.

Cada frase suya parece estar avalada por años de estudio autodidacta; datos etnográficos, antropológicos e históricos que hacen de sus charlas pequeños cofres que guardan inimaginables secretos.  

Lo mismo ocurre con su pintura. En sus múltiples cuadros (la mayoría de gran formato) nada es arbitrario: ni los colores, ni las formas ni los símbolos; e incluso las dimensiones de cada pieza tienen un significado. Por ello, no es difícil imaginar que la muestra titulada La otra jungla, poder amar... no amar el poder, que se presentará hoy, a las 17:00, en el salón Mejía Lequerica de la Asamblea Nacional, es mucho más compleja (en el buen sentido de la palabra) de lo que nuestros ojos alcanzan a mirar.

Esa otra jungla que es la política

Según el autor, la exposición parte de un hecho concreto: los sucesos del 30-S (que inició como una revuelta policial contra una ley salarial, el 30 de septiembre de 2010, y que fue calificada por el presidente Rafael Correa como un planificado intento de golpe de Estado).

Ruiz cuenta que él mismo estuvo presente en las calles como un ciudadano  más que “salió en defensa de la democracia”, y que fue esa cadena de sucesos lo que lo motivó a pintar.

“Estuve a dos metros de la puerta del Hospital de la Policía Nacional, recuerdo los gritos y los gases que se lanzaban hasta que comencé a asfixiarme. Afortunadamente, con la ayuda de mi esposa y 3 jóvenes ecuatorianos, pude reponerme. Hay que llamar a las cosas por su nombre. Yo sé de dónde salieron los disparos, fue del bando de la oposición”.

Los 6 cuadros que integran la serie son: ‘Jugada 30.9 (Jaque)’, ‘Escena 30.9’, ‘La otra escena’, ‘La otra jungla 1’, ‘La otra jungla 2’ y ‘El otro grito’, todos bajo la técnica de pintura acrílica sobre lienzo crudo.

Por otro lado, además de los colores vivos y las formas cubistas, sus dimensiones fueron particularmente estudiadas. El primero, por ejemplo, mide 130 cm de alto x 200 de largo, mientras que los otros 5, 140 cm x 180. La diferencia tiene que ver con una lectura numerológica desde la cultura afrocaribeña.

“1 es el mandato de Olofe o Dios; 3, apertura del camino, Elegua o San Antonio (su relación da 4, necesidad de protección). Pero es el color rojo que necesita de blanco: una pasión que hacía falta refrescar. En su relación inversa, 2 expresa inteligencia, paciencia y certeza; y eso fue lo que tuvo Correa, precisamente,  para encauzar de nuevo las cosas”.

DATOS

La muestra pictórica La otra jungla, poder amar... no amar el poder, se inaugurará hoy, a las 17:00, en el salón Mejía Lequerica, de la Asamblea Nacional. Entrada libre.

La exposición la integran 6 cuadros en gran formato: ‘Jugada 30.9 (Jaque)’, ‘Escena 30.9’, ‘La otra escena’, ‘La otra jungla 1’, ‘La otra jungla 2’ y ‘El otro grito’.

Luis Alberto Ruiz Saavedra nació el 14 de julio de 1957, en Sagua la Grande (Cuba), y empezó su vocación por la pintura a los 6 años. Entre sus referentes más importantes están Wilfredo Lam, Oswaldo Guayasamín y Pablo Picasso.

Ha participado en numerosas exposiciones en Cuba y  Ecuador, exponiendo en lugares como La Ronda, el Centro de Convenciones y el Centro Cultural Metropolitano, entre otros.