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Aparece La Mesa Herida, de Frida Khalo, tras 65 años de su pérdida

A La Mesa Herida se le perdió la pista en Varsovia, pero nunca llegó al destino (URSS) ni tampoco regresó a su origen (México).
A La Mesa Herida se le perdió la pista en Varsovia, pero nunca llegó al destino (URSS) ni tampoco regresó a su origen (México).
Imagen: Réplica polaca:
15 de junio de 2020 - 19:52 - Redacción Cultura y agencias

Al final de la atribulada vida de la pintora mexicana Frida Khalo (1907-1954) se sumó una pérdida. La de la obra titulada La mesa herida, una muestra –quizá la más representativa– de su estética surrealista.

La había pintado para donarla a una Unión Soviética, que la rechazó por considerarla “burguesa, formalista y decadente”. Y fue vista por última vez en Varsovia, Polonia, donde incluso una delegación del gobierno mexicano empezó a buscarla sin resultados.

Ha sido un marchante de arte gallego, Cristian López Márquez, quien la ha puesto a la venta luego de que su propietario, un mexicano asentado en Europa, se decidiera por ello.

La noticia la dio el diario La Voz de Galicia, este 15 de junio de 2020, concluyendo con seis décadas y media de misterio. López Márquez, junto a otros dos socios mexicanos, es propietario de la empresa The Billion Art, dedicada a la compra venta de obras de arte.

Él explicó que la obra pasó por dos importantes colecciones privadas antes de llegar a manos de la actual propiedad. También despejó dudas sobre la veracidad del cuadro: fue analizada por expertos contratados por su empresa, que contrastaron la pintura con la de otras obras de la autora.

La Mesa Herida

La pintura (1,2 metros de alto por 2,4 metros de largo) puede tener un valor de $ 50 millones. El intermediario también habló de las etiquetas que se pueden observar en la parte posterior de la obra y que serían de las tres únicas exposiciones en las que se pudo ver el cuadro.

Otra muestra de veracidad, sin duda, aunque deteriorada, pero que tiene la marca de la “Muestra Internacional de Surrealismo” celebrada en la Ciudad de México en 1940, que contó con Frida Kahlo.

Es un autorretrato en el que Frida aparece en el centro de una mesa salpicada de sangre, frente a un telón, sobre las tablas de un escenario. Kahlo, La artista aparece escoltada por un esqueleto de papel maché y la figura de un personaje precolombino. Dos niños yacen en el costado izquierdo, y un ciervo está al otro lado de la mesa.

En 1956, Diego Rivera quiso recuperar el cuadro, con el apoyo de su amigo Ignacio Márquez Rodiles, que finalmente fue “uno de los responsables de la desaparición, además de ser uno de los encargados del manejo del cuadro entre México y la Unión Soviética”, dice el reportaje del periodista cultural Moncho Ares.

El cuadro estaría en muy buen estado, y fue este reportero quien le preguntó al marchante de arte sobre otras características de la pintura que está en una bóveda de alta seguridad, en Londres, Inglaterra.

“Pese a que algún investigador como Helga Prignitz asegura que está realizada con la técnica óleo en tabla, Frida Kahlo solo utilizaba este método para autorretratos pequeños que pintaba tumbada en su cama, debido a su estado de salud”, dijo López Márquez. (I)

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