Ecuador, 19 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La exhibición se realizará hasta el sábado 3 de mayo

L.O.S., o el método parala libre interpretación (GALERÍA)

La sábana dorada de Edouard Vuillard es una de las 4 obras de Jorge Morocho, quien expone 3 cuadros pintados con óleo sobre lienzo. Fotos: Pilar Vera |  El Telégrafo
La sábana dorada de Edouard Vuillard es una de las 4 obras de Jorge Morocho, quien expone 3 cuadros pintados con óleo sobre lienzo. Fotos: Pilar Vera | El Telégrafo
01 de mayo de 2014 - 00:00 - Redacción Cultura

“Siempre he pensado que el mundo es demasiado feo como para seguir demostrando que es feo”, dice Boris Saltos, joven artista guayaquileño que expone, junto a otros 4 colegas en la muestra L.O.S., en galería NoMínimo, en Plaza Lagos Town Center (km 6,5 vía a Samborondón).

Saltos es autor de 2 obras de L.O.S.: Niebla y Cheese, piezas que usan situaciones cotidianas con la idea de volverse una experiencia para la gente que visita la galería.

Niebla es un gabinete de baño colocado a la entrada de la galería. Es un gabinete normal que sobre el espejo tiene una capa de hielo granizado. La obra atrae, provoca tocarla, dibujarle figuras, como si se tratara del vidrio de un carro empañado.

“Me gusta trabajar con la cotidianidad a través de cosas que la rompen, pero que uno no entiende como rupturas”, dice Saltos, que también expone Cheese, un video proyectado sobre la pared que simula la entrada a una madriguera por donde asoman, curiosos, 2 ratones que miran  un queso de hule que reposa en el piso de la galería, de forma que puede ser pateado o manipulado por quienes caminen por ahí.

José Oliviera ha traído a la exposición 4 obras que funcionan como collages de fotografías. Una es una especie de diario, Amérika, “con K de Kafka”, explica, pues alude a la novela El desconocido, del escritor checo-alemán.

El diario recoge imágenes de personas que para el artista son extraños de los que solo conserva su fotografía -en ocasiones, ni siquiera sabe sus nombres-, que descansan con 2 ensayos de Oliviera, uno sobre el trabajo del fotógrafo de modas alemán Jurgen Teller, y otro sobre la forma en que el cine y la fotografía pueden influir en la forma en que la gente ve la vida.

Sobre el libro está colgado un collage en forma de cruz que incluye fotos de mujeres con rostros pintados de rojo, otra con los ojos censurados con una línea negra y frases como “No se trata de cómo termines, sino de cómo empiezas”.

Oliviera se regocija de que el título, Cocos, puesto al azar (fue la respuesta que una amiga le dio a “¿Qué fruta te gusta?”), calce tan bien con algunas nociones de la obra, pues “une la idea de la cruz, la virgen o la religión”.

Xavier Coronel exhibe 4 piezas, entre esas un video, Archplg, que acompaña a otra obra Piscinas (el sueño del ’92), compuesto por 5 dibujos que muestran unos contornos que se asemejan a unos planos arquitectónicos que se dejan adivinar como el plan para construir una piscina, pero que tienen unas formas extrañas que hacen pensar en huesos del cuerpo humano.

Ambas aluden a las 5 primeras urbanizaciones de Samborondón que construyeron lagunas artificiales “para dar la sensación de vivir en una isla, dentro de otra isla, dentro de otra”, explica Coronel, que también es autor de El hombre con cámara (El ascenso de los dos jorges), un cuadro que muestra la figura de 2 fantasmas (hechos a lápiz) que parecen subir por lo que ha sido pintado como una montaña.

Ese título lleva un homenaje a 2 amigos cineastas de Coronel: Jorge Aycart y Jorge Morocho, quien también expone en L.O.S.

Morocho expone 3 cuadros pintados con óleo sobre lienzo, titulados La sábana dorada de E. Vuillard, La casa de verano de Elton John e Int. La casa de verano de Elton John. Todos resultantes de un proceso de recopilación de información sobre figuras famosas por parte del artista, para después pintar sin salir de esas ideas. Talvez por ello las obras hablan de la relación entre el interior y el exterior de un espacio, en este caso, una casa.

La muestra está marcada por un recorrido propio: Invasiones, unas líneas formadas con óxido que unen -o irrumpen- las piezas de los otros expositores. Esta obra es de Leandro Pesantes, artista que tiene al óxido como material recurrente en todos sus trabajos en L.O.S.

En el centro de la galería está Ecos, un antiguo tubo de hierro oxidado -extraído de viejas reservas de agua potable- que pende elocuente del techo, mientras deja caer el polvo del óxido en un pequeño cúmulo piramidal en el piso.

Los 5 artistas, que suelen exponer juntos, niegan ser un colectivo. El nombre de la muestra refuerza esa suerte de independencia: Para Oliviera, L.O.S. significa Los Orgasmos Solitarios, mientras que para Saltos se trata de Los Ornitorrincos Salvajes. Coronel y Morocho ven al título desde consideraciones visuales, y para Pesantes las palabras a las que aluden las siglas son de libre interpretación.

L.O.S. se exhibe en NoMínimo hasta el 3 de este mes.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media