Este lunes, la Corte Nacional de Justicia reinstalará una audiencia por el litigio que existe entre la comuna Valdivia, en Santa Elena y la empresa Marfragata S.A.

Esta empresa, que opera desde 1990, según su registro en la Superintendencia de Compañías, está dedicada a la importación, exportación, comercialización y fabricación de toda clase de juguetes y juegos infantiles.

 Carlos Luis Gómez Aguirre, su administrador, está vinculado también con empresas como Paradisea y Agriplast.

La compañía cercó una extensión de 276 hectáreas en Valdivia lo que provocó protestas de la comuna, cuya propiedad ancestral se reconoce en los artículos 21, 56, 57 y 60.

Tras las protestas, el rompimiento del cerco y una serie de denuncias presentadas por los comuneros, que no han tenido efecto a su favor, tres comuneros fueron condenados a seis años ocho meses de cárcel más un pago de $ 80 mil por “atentar contra la propiedad privada”.

Arqueólogos como Emilio Estrada, Presley Norton y más recientemente Jorge Marcos y Julio Viteri evidenciaron a través de sus investigaciones que en el territorio de Valdivia se produjeron hace más de 5.000 años los conjuntos cerámicos más antiguos y tecnológicamente avanzados de las Américas.

El colegio de profesionales Arqueólogos del Ecuador emitió un pronunciamiento en el que exigen que “se respete el carácter del bien patrimonial de los contextos arqueológicos de la comuna Valdivia”; además de “reclamar la protección de los contextos arqueológicos, de las comunidades que se han encontrado de forma ancestral en estos territorios al cuidado y salvaguarda de estos bienes patrimoniales”.

Otro comunicado de profesionales de arqueología de todo el mundo sostiene que “perder estas tierras llevará a la destrucción de sitios arqueológicos, pero más importante aún, a la eliminación de un pueblo ancestral y de su historia”.

Valdivia tiene el estatus de comuna desde 1937. La empresa alega tener un título de propiedad, que ha pasado de unos dueños a otros. (I)