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Ernesto Cardenal: el gran poeta que cuestionó a su propia iglesia

El poeta Ernesto Cardenal obtuvo en 2012 el influyente Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
El poeta Ernesto Cardenal obtuvo en 2012 el influyente Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Archivo El Telégrafo
02 de marzo de 2020 - 15:59 - Redacción Cultura

La muerte de Ernesto Cardenal este domingo 1 de marzo de 2020 continúa despertando una amplia repercusión en el mundo literario de América Latina. Para muchos era el último de los poetas populares vivos, tal como fueron Pablo Neruda y Mario Benedetti que tenían lectores en masa, entre los que seguían lo poesía y quienes no tanto.

El poeta nicaragüense, una de las figuras claves de la Teología de la Liberación, es evocado tanto por su espíritu de lucha por su país como por su indudable calidad poética que le hizo acreedor del Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, otorgado por la Feria del Libro de Francfort en 1980.

El poeta guayaquileño Augusto Rodríguez, autor de una veintena de libros  entre ellos casi la mitad de poesía, dijo a El TELÉGRAFO este lunes 2 de marzo de 2020 que lo conoció en 2010 en un festival literario celebrado en la ciudad nicaragüense de Granada donde “Cardenal actuaba como anfitrión principal, era como el maestro y recibía a todos los participantes en la entrada”.

“Fue un poeta popular lo cual se traduce en que muchas personas conocían sus poemas sin saber que eran de él, por ejemplo yo llegué a él a través de un poema que mi madre tenía”, sin ella saber precisamente sobre su figura y su obra.

Rodríguez lo recuerda como un hombre de baja estatura, que andaba siempre con su boina, “pero que leía sus poemas con mucha fuerza y se transformaba”.

“Era un poeta popular y muy querido, conocido en Ecuador por muchos lectores de varias generaciones, un tipo muy cariñoso, amable, serio y de conversación sencilla y amplia; en Granada le pedí una foto y él se paró de su silla y me complació”, rememora.

Sobre el conocimiento de sus libros en Ecuador, considera que se han difundido bastante y los que no se han acercado del todo a su obra pueden conseguirla en las librerías.

Inspiración para la nueva poesía

El escritor ecuatoriano Ernesto Carrión considera por su parte que “la pérdida de Ernesto Cardenal es profunda y genera una gran ausencia en la poesía Iberoamericana”.

Carrión publicó en 2013 ADN a nuesto Adán donde hizo una recopilación de su obra creando una "antología muy pequeña que es un verso que sale de este libro y le escribí a Ernesto Cardenal en ese entonces a través de Ulises Juárez, un amigo que también ya falleció”.

Pero sostiene que igual hay que "regocijarse con sus obras que siguen alimentando e inspirando a poetas jóvenes". Adicional a ello, recalca que sus obras siguen generando lectura y análisis en la vida actual y “deja un espacio para refundar nueva poesía".

Carrión destaca de Cardenal que nunca perdió su visión política y la forma de cómo ayudar a los más necesitados. "Su libro Cántico cósmico habla sobre el origen de la vida, del universo y de cosas muy personales del autor".

 Un poeta muy influyente

Otro poeta y escritor naturalizado ecuatoriano que conoció personalmente a Cardenal es Alejandro Querejeta quien se encontró con él en 1969 en Santiago de Cuba donde hizo “la lectura de un libro que acababa de editar sobre los indios del Caribe nicaragüense y de la costa de Panamá”.

Recuerda que fue un encuentro muy afectuoso donde estaban poetas jóvenes y habló también sobre sus Epigramas publicado entonces por la Casa de la Américas y sobre el extenso poema que dedicó a la muerte de Marilyn Monroe.

“El practicó el exteriorismo, una poesía que tomaba elementos de la cotidianidad y a partir de ahí elaboraba un discurso trascendente. Su Evangelio de Solentiname fue algo realmente revolucionario para mí en el sentido de la manera en que yo había entendido hasta entonces la liturgia católica”.

Querejeta lo califica como un “poeta muy influyente que hizo ver a mi generación la importancia de la poesía griega y latina, tradición donde estaban inspirados sus Epigramas y nos abrió un campo de entendimiento de la poesía que hasta entonces no habíamos tenido, al menos en Cuba”.

Luchador social

El poeta panameño Xavier Alvarado relató vía correo electrónico para EL TELÉGRAFO un testimonio de su encuentro con  Ernesto Cardenal en 2005 en Nicaragua, también durante el Festival Internacional de Poesía de Granada, y confiesa que “verlo vestido de blanco, con su inseparable boina negra, me intimidaba”.

Alvarado refiere que hubo otros encuentros memorables con él, “en República Dominicana, cuando le concedieron el Premio Pedro Henríquez Ureña, durante la Feria del Libro, asistí a la lectura de sus poemas y le volví a saludar y a abrazar".  

Otra lectura fabulosa, añade, “se dio en Nicaragua, cuando recientemente le habían otorgado el Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía 2012.   Allí me estremeció escucharlo leer tres poemas: Al perderte yo a tii, Oración por Marilyn Monroe y el dedicado a Laureano Mairena”.  

“Ernesto Cardenal, el poeta, el hombre, el luchador social sobre todo, fue capaz de cuestionar su propia iglesia y tomar acciones, con el afán de reformarla debido a la situación social y económica de América Latina y de su Nicaragua natal, para promover la liberación de hombres y mujeres”. 

Para Xavier, “su gran preocupación era la situación política de Nicaragua y él se fue viendo una gran incertidumbre sobre su país. Tanto él, como Claribel Alegría, estaban acongojados por eso”. (I)

 

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