Bajo la dirección de Aglae Febres Cordero se realizaron las 2 funciones de fin de curso de Eptea Escuela, el 18 de diciembre, en el MAAC Cine o Auditorio Simón Bolívar y en el Centro Cultural Sarao. En el primer local, el espectáculo Creciendo en la danza fue como una cita para cronistas gráficos aficionados, ya que desde sus asientos, a cualquier costo, los padres, amigos y demás familiares de las bailarinas sobre el tablado no dejaron de seguirlas con cámaras de video o fotográficas o celulares.

Algo tímidas las más pequeñas se mostraban  rígidas, pero seguras de los pasos aprendidos de sus maestras durante el año lectivo en la escuela ubicada en Ciudadela La Fuente manzana 1 villa 13 o en el anexo de Vía a Daule Km. 8 1/2. Era usual que uno de los estudiantes mayores, algunos ya en capacidad de dictar clases a los más pequeños acompañaran a niños y niñas en la ejecución de piezas clásicas y modernas, para que pudiesen guiarse por el ejemplo y dejaran los nervios. Aquello funcionó mejor en la pieza Cuentos de princesas y héroes, dirigida por la maestra Gloria Febres Cordero -también directora de Eptea compañía teatro danza-, que había sido preestrenada para los niños de Solca, el 9 de diciembre.

Se trataba de una recopilación de clásicos de la danza, especialmente de ballet, en donde se vio la prolijidad de los movimientos de bailarinas y bailarines, los que forman las maestras de Eptea escuela en el anexo de Vía Daule. En la presentación del MAAC Cine hubo inconvenientes involuntarios con el vestuario, pero las sonrisas y el compromiso de las niñas en la ejecución del ballet y de los ritmos modernos con los que cerraron el espectáculo, alrededor de las 11:10, disimularon los inconvenientes.

Los profesores, en realidad estudiantes varones adolescentes, acompañaron a las niñas en esas coreografías finales, unos con mejor resultados que otros, pero demostrando cómo los elementos y pasos de la danza clásica pueden servir para la ejecución de ritmos como reggaeton, hip hop, rythm and blues y pop.

La función de la tarde fue considerada de gala ya que los detalles del vestuario no podían dejar de ser perfectos. Gloria Febres Corderos supervisó todo al pie del tablado.