Con  gran sonrisa y profunda pasión explica Tonu Shane, artista polinesio, la importancia de la conexión entre la naturaleza y el ser humano.

Shane  es un eco-artista que busca la simbiosis entre el arte y la naturaleza, sus obras, talladas en madera reciclada, muestran  que más allá de una  inspiración que las rodea es una forma de devolverle sustancia y vida a la naturaleza.

Este polinesio llegó al Ecuador hace seis meses  con su hijo y colaborador Koa. Están radicados en Ayampe, donde se han dedicado a elaborar sus esculturas con   madera en desuso, de   barcos viejos y  palos de casas botadas.
Los artistas ecológicos han traído a Guayaquil una muestra de su trabajo creado a lo largo de estos meses que han permanecido en el país.

Tonu Shane & Koa, como se denomina la muestra, está abierta al público durante 2 semanas en el  Manso Hostal Boutique (Malecón entre Aguirre e Illingworth) y presenta 50 obras sobre símbolos sagrados ancestrales de su tierra.
Shane y Koa  se encuentran enamorados del guayacán -un tipo de madera común en el país- y  tienen previsto radicarse en el Ecuador por tiempo indefinido.

Su intención es crear obras  en las que se mezclen las dos culturas -ecuatoriana y polinesia- y difundir su técnica, para  que este tipo de arte se propague y se empiece a ver al reciclaje como un método de creación que aporta al bienestar de la comunidad.

La conexión de estos dos artistas con la madera es tan fuerte que aseguran ser simples canalizadores de una poderosa mente  que transmite todos los símbolos ancestrales  a través de sus manos. Hay detalles que ya están en la madera.