El Desembarco Poético trae a uno de Los detectives salvajes

Hace más o menos un año Antonio Gamoneda irrumpía su trabajo para leer su obra poética en Guayaquil. Ante un auditorio vacío, uno de los poetas españoles más influyentes de la escritura en lengua castellana presentó su poemario Los animales blancos. Su llegada se cumplía en la edición del Festival Internacional Desembarco Poético, organizado por la Corporación Corporal Casa de las Iguanas.

“La gente se perdió de ver a Antonio Gamoneda y lastimosamente nunca más va a estar en Guayaquil. Su visita no era importante solo porque sea un premio Cervantes (2006), sino por su calidad como persona, él es uno de los poetas que más influencia genera en la lengua castellana en estos momentos, tuvimos una amistad de cartas por años para concretar su llegada pero la gente lo perdió”, dice el poeta Ernesto Carrión, director de este encuentro que este año promete agitar de poesía los espacios donde están los lectores que mañana pensarán en escribir.

Carrión dice haber cometido el error de hacer eventos pensando en el público de la cultura guayaquileña, “que —considera— es gente que vive emproblemada consigo misma, que tiene grupos, que se debate en público, que se pelea de la noche a la mañana por espacios. Mi error fue generar un evento enfocado solamente a que vaya el público de la cultura guayaquileña. Me di cuenta de que debo generar eventos para los jóvenes estudiantes que son los lectores que están en los colegios, en las universidades, esa es la gente que interesa, la que mañana va a escribir, a buscar libros, la gente que va a despertarse con la necesidad de poesía”.

Este año, el Desembarco Poético tendrá lugar del 11 al 14 de noviembre y estará abierto al público en colaboración con gente vinculada a la literatura desde la Universidad de las Artes y la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, además de tener espacios en las Unidades del Milenio de la ciudad.

Este año, el encuentro trae a distintas figuras de la poética contemporánea. Uno de ellos es el poeta chileno-español Bruno Montané, a quien se reconoce por ser uno de los fundadores del infrarrealismo, un grupo poético rupturista cuyos líderes más visibles serían el mexicano Mario Santiago y otro chileno, Roberto Bolaño.

Lo que construyeron estos 3 latinoamericanos tiene su detonante con la escritura de Los detectives salvajes, la clásica novela de Bolaño en la que Montané es uno de esos personajes: Felipe Müller.

El Desembarco espera generar varios diálogos respecto a la obra de Montané, desde una charla sobre Los detectives salvajes, hasta un diálogo sobre la relación con el escritor ecuatoriano Miguel Donoso Pareja, quien trabajó en el prólogo de la antología Muchachos bajo el arcoíris de fuego, publicada en 1979, desde México, por la selección de Bolaño.

“No es grandilocuente como Bolaño, está, en este sentido, más cerca de Teillier que de su compañero de grupo [...] En él hay una contraideología del poder en funcionamiento, pero con una expresión un tanto rezagada”, decía Miguel Donoso en el prólogo.

Además, este año participa en el Festival, Charles Bernstein, quien —de acuerdo con Carrión— tiene una relación con el lenguaje muy salvaje y de quien se publicó con la editorial Fondo de Animal Editores el poemario Blanco inmóvil, de la Colección Quimera; y Carmen Berenguer, una poeta de la resistencia: primero con Augusto Pinochet, hace poco con el cáncer.

Además se presentará Escrito en Hueso, el poemario del ecuatoriano James Martínez Torres, libro ganador del Primer Concurso Internacional de poesía Medardo Ángel Silva, y Carta natal al país de los locos, del panameño Javier Alvarado.

Se realizará también el lanzamiento de Atlántida, un libro que sale a la luz del compromiso entre el escritor Héctor Hernández, de Chile; Ernesto Carrión, de Ecuador; Yaxkin Melchy, de México y José Manuel Barrios de Uruguay.

“Es un libro que reúne cuatro poéticas que cuando aparecieron, hace seis años, de alguna forma generaron un radio de acción en sus diferentes panoramas”, dice Carrión.

Además, se publicará un libro de memorias y la obra ganadora de esta edición que corresponde a la poesía de la escritora y docente guayaquileña Mónica Ojeda, por su libro El ciclo de las piedras.

Así, lo anunció la organización del Festival el pasado 20 de octubre, tras el fallo del jurado, conformado por José Manuel Barrios, Héctor Hernández y Yaxkin Melchy. El libro de la autora se presentará durante la clausura del evento, el 14 de noviembre.

El encuentro busca, con la participación de distintas voces de la poética contemporánea, incrementar, de alguna manera, los pocos espacios de convergencia artística en la ciudad con sentido crítico hacia lo que se genera en poesía.

Este año, resaltan del festival las voces poéticas distantes, consolidadas y recientes. “La poesía —tal vez la más alta expresión estética— es la cenicienta de la literatura. Y si es hecha por jóvenes, todavía más”, decía Bolaño en la antología del 79. Con ello justificaba estimular su publicación. Tal vez ahora, que las opciones de difusión son más constantes, el encuentro de voces diversas y críticas se vuelva lo fundamental. (I)

Datos

‘Carta natal al país de los locos’, del panameño Javier Alvarado fue el libro ganador del Premio Internacional de Poesía Medardo Ángel Silva tras el fallo del jurado conformado por Antonio Gamoneda (España), Julio Pazos (Ecuador) y Rodolfo Hinostroza (Perú). El jurado consideró la obra ganadora por el “carácter imprevisiblemente renovador de su tejido poético, el vigor de su discurso y la intensidad confrontacional de dos realidades”.

Este año el Premio de poesía Desembarco Poético fue para la escritora y catedrática Mónica Ojeda.