Las obras de Quito Eterno buscan la reflexión
El Danzante devela las vergüenzas de generaciones
Las preguntas sobre la identidad y el origen de un ser humano (“¿quién soy y de dónde vengo?”) parecen tener respuestas inasibles, pero su búsqueda, hace siglos, dio lugar a la filosofía.
Gaspar de Mogrovejo y Ango (interpretado por Javier Cevallos Perugachi en El Danzante), un seminarista de la antigua universidad de San Gregorio Magno, se plantea estas cuestiones con resultados reveladores. Libros y esculturas de los conventos e iglesias del Quito colonial serán fuentes de sus hallazgos, a través de infiltraciones. Algunos ‘secretos ocultos del todo o tras verdades contadas a medias’ serán mostrados por él y por su títere, Joseph Tipán, quienes también hablarán de sus colegas anónimos de hace cientos de años, los juglares desconocidos de la ciudad.
El Danzante, más allá de ser un símbolo de la ancestralidad andina, será, sobre las tablas del Patio de Comedias (18 de Septiembre E4-26 y 9 de Octubre), el oráculo del hombre mestizo, a través de la historia y de los personajes narrados: Jacinto Collahuazo, Fernando Daquilema y el propio coprotagonista.
Cevallos, miembro de la fundación Quito Eterno, ha dicho que el debate actual sobre la identidad de la ciudad tiene que ver con la distinción de las artes, “entre las ideas de patrimonio, turismo o espectacularización” que intentan normalizarlas por imposición.
“De alguna manera, lo que nosotros hacemos -como fundación- está ahí metido en el centro de esa discusión. Todo está dentro de la problemática que ahora tiene el Centro Histórico, es decir, el uso de patrimonio, la idea de una ciudad para turistas que también está creando una confrontación con vecinos y sectores barriales”.
Por sus referencias históricas, El Danzante es parte del intento de incentivar la reflexión a través de contenidos. La función única será mañana, 27 de mayo, a las 20:30. Una invitación por conocer cómo se desarrolló el intelecto y la literatura durante la Real Audiencia de Quito con el fin de proyectarse al presente y futuro cultural. (I)
