‘El Cosmonauta’ llega a Rusia
"Me empecé a fascinar sobre la historia de los cosmonautas perdidos, pero nadie sabía nada sobre ellos. En cambio, el programa especial americano todo el mundo lo conoce", aseguró el cineasta español Nicolás, director de “El Cosmonauta”, la primera película financiada por suscripción popular en internet.
La película ha llegado a los cines de Rusia, país de donde proviene la trama. Alcalá dice que, aunque han pasado más de 20 años de la desintegración de la Unión Soviética, la "Guerra Fría está muy presente estéticamente" en su generación.
"Aunque no es una película histórica, aprovecho para contar los secretos que fueron desvelados tras la apertura. Además, incluimos algunas leyendas urbanas y jugamos con la idea de una posible misión secreta a la Luna. Algo que pudo haber pasado", señala.
La URSS, la primera potencia en enviar un hombre al espacio en 1961 (Yuri Gagarin), se rezagó definitivamente en la conquista de la Luna con la trágica muerte en 1967 del cosmonauta Vladimir Komarov, durante el retorno a nuestro planeta abordo de la nave Soyuz-1.
Lo más curioso es que el relevo de Komarov era el propio Gagarin, al que las autoridades soviéticas no permitieron subirse nunca más a una nave espacial, pero que moriría al año siguiente en un accidente de aviación.
En realidad "El Cosmonauta" es una película de ciencia ficción sobre el primer cosmonauta soviético que llega a la Luna en 1975 -seis años después que EE.UU.- y cuando cree haber regresado a la Tierra se la encuentra completamente vacía.
Según Alcalá, El Cosmonauta es un triángulo amoroso -uno de cuyos vértices es el cosmonauta-, donde se habla del deseo y del recuerdo, ya que vivimos para construir nuestros recuerdos.
"La mayor parte de la película la rodamos en Letonia. Nos fue muy fácil encontrar locaciones, ya que todo permanece como en los años 70. Incluso rodamos en la residencia de verano de (el dirigente soviético, Leonid) Brezhnev", dijo.
El resto del rodaje transcurrió en Madrid, Moscú y la legendaria Ciudad de las Estrellas, donde no lograron autorización más que para dos planos. "Debe ser la primera película hecha en Occidente en que los rusos tienen sentimientos. No quería hacer un documental, sino una historia de personajes aprovechando la carrera espacial", dice.
Alcalá se mostró encantado con la recepción de la película que ha sido estrenada ya en el cine 35 MM de Moscú, acostumbrada a la proyección de cintas extranjeras con subtítulos, ya que "El Cosmonauta" está dialogada en inglés.
"Mucha gente nos felicitó. Les pareció muy sorprendente que alguien de fuera hubiera captado la esencia rusa, su manera de mirar los paisajes, esa poética. Los rusos ven la vida de otra forma", apunta el director.
El español, que dice haber estado en medio mundo, confiesa que es la primera vez en su vida que tiene la sensación de que una gente -los rusos- "tiene una estructura de pensamiento diferente".
Se trata de la primera película española financiada por el sistema de suscripción popular en internet, o "crowdfounding", a la que han contribuido más de 5.000 personas durante los últimos cuatro años.
"Hace cuatro años decidimos financiarla a través de internet. La iniciativa ha sido un éxito. Muchísima gente se ha involucrado en el proyecto", dijo.
Alcalá resalta que, además de la motivación económica, uno de los objetivos del "crowdfounding" (micromecenazgo) "era tener libertad creativa, fuera del modelo industrial" y, de hecho, la película se ha dividido en una treintena de cortometrajes y un libro.
Eso sí, la tarea no ha sido fácil, ya que necesitó dos años para financiar el proyecto, más de 12 semanas de rodaje, un año de postproducción, montaje: en total unos cuatro años.
"Es una oportunidad única que tienen pocos directores. Creo que la película es un buen ejemplo de creación colectiva en la red", señaló.
"El Cosmonauta", definido por su director como un proyecto "transmedia", puede ser vista en el cine, internet, video y televisión de pago, que ha llevado a algunos críticos a calificar la cinta como precursora en materia de distribución.
Además, aunque la obra está ya terminada, su financiación prosigue, para lo que el interesado únicamente debe desembolsar dos euros, lo que le permitirá figurar como productor en los títulos de crédito, según informa su página web.
La película, que su productora rusa quiere mostrar a la comunidad espacial rusa y promover en un futuro a través del Instituto Cervantes, ha contado con el respaldo de varios cosmonautas.