Manta.-

Hamlet enloquece, la muerte de su padre no lo deja en paz. Su huella ha sido imborrable. Jura vengarse y en esa búsqueda de justicia se desata una lucha en su interior, en especial al ver a su tío Claudius, hermano de su progenitor, en amoríos con su madre, Gertrudis.

Asegura que el asesino de su padre fue su tío y ahora es su padrastro... Es ‘Hamlet de Los Andes’, interpretada por el Teatro de los Andes, de Bolivia. A pesar de las distancias que guarda con la versión tradicional escrita por William Shakespeare, recibió la acogida del público en el XXVII Festival Internacional de Teatro de Manta.

En esta obra el personaje principal lucha con su interior por no dejar que muera el legado de su padre. En su viaje por el mundo, este Hamlet moderno tiene amores y aprende de lo que le rodea, pero no deja atrás su esencia boliviana.

En el retorno a su país, aquel hijo sumiso a su madre sufre en su choque de culturas, ya que lleva enraizada la tradición sudamericana, pero lo aprendido en países europeos lo abocan al colapso. Al fin muere junto a su madre y tío, tras enfrentarse a estos y culparlos de su desdichada vida, cuando desde el principio había perdido la batalla interna.

Personificada por Lucas Achirico como Hamlet, Alice Guimaraes como Gertrudis y Gonzalo Callejas en el papel de Claudius, esta obra ha sido presentada por este grupo teatral con éxito desde 2012.

Para Gianpaolo Nalli, coordinador general del grupo Teatro de Los Andes, la adaptación de la obra conjuga la permanencia de los migrantes bolivianos con sus raíces.

“Transportamos a Hamlet a la actualidad boliviana, con el cambio muy profundo a nivel social, la cultura autóctona que choca con la cultura moderna y esto crea, innecesariamente, problemas. Ellos pasan de creencias de fantasmas en su país a sociedades europeas donde esto de creer en los fantasmas no camina, entonces se crean las luchas internas como las que tiene Hamlet”, resalta Nalli.

Para este actor italiano, fundador del grupo Teatro Los Andes en 1991, poner en escena esta tradicional obra y juntarla con la realidad boliviana no ha sido complicado, ya que “las obras de Shakespeare pueden ser destruidas en varias partes y aún así no pierden su esencia”.  

En ocasiones, el teatro llama al autoanálisis, a comparar situaciones de escenas con la intimidad del público y esto es justamente lo que busca el grupo colombiano VB Ingenio Teatral con su obra ‘El otro animal’.

Colorida y dramática, esta creación colectiva de Fanny Baena, directora del grupo, junto a los actores Fabio Velasco y Paola Guarnizo, traslada a las tablas el poder del psicoanálisis para resolver problemas que arrastramos desde la infancia y que pueden ser una gran carga en la vida cotidiana.

En escena hay una pareja que decide abrir sus problemas, ser su propio psiquiatra y resolver sus diferencias a través del diálogo. Deciden poner en tela de juicio y lanzar a la escena retazos de sus vidas, sus desórdenes, miedos, dolores y alegrías. A medida que avanza la obra, cada personaje se abre más y cada recuerdo y dolor expuesto trae sanidad interna.

“Estamos convencidos de que el arte es un medio para sanar. Atravesamos caminos espinosos en la vida, está la lucha interna que es la que siempre tenemos y debemos aprender a salir adelante. Si estamos en pareja, podemos avanzar. La finalidad de esta obra es mantener la unidad de la pareja”, resalta Baena, quien formó parte del grupo La Candelaria por 18 años en Bogotá, pero que hace 4 inició el grupo VB Ingenio Teatral junto a Fabio Velasco.

“Cada quien es un mundo aparte, cada quien carga sus monstruos. Ese cuento de la media naranja no existe, todos somos naranjas enteras que debemos de aprender a rodar juntas”, resalta Velasco, quien empezó a hacer teatro hace 22 años.

De su parte, Paola Guarnizo manifiesta que a través de una obra teatral que muestra las luchas internas y el psicoanálisis, las personas pueden ver en escena a actores “que muchas veces tomamos la decisión de hablar de nuestros demonios y así demostramos que todos estamos bien enfermitos”.

El XXVII Festival Internacional de Teatro de Manta se desarrolló en la ciudad puerto con la participación de agrupaciones de Ecuador, Bolivia, Argentina, Colombia, Chile y España, las que presentaron 11 obras en 9 días. Los teatros Chusig y La Trinchera fueron los escenarios para el desarrollo de las obras.

Entre las presentaciones ecuatorianas figuran ‘Un pez solitario’, del grupo La Trinchera; ‘Crepitaciones’, del grupo Humor y Vida; ‘Ensayo para el vuelo’, de Daysi Sánchez y Alexandra Almeida; ‘Celeste’, del grupo Teatro Arawa; ‘La Venadita’, de Juana Guarderas; y ‘Gato X Liebre’, del grupo ecuatoriano-chileno Imagino Teatro.

Para Nixon García, director del grupo mantense La Trinchera y uno de los iniciadores del Festival, este evento es un perfecto punto de encuentro para los amantes del arte de la región. El actor manabita destaca además que en una sociedad en la que el teatro pierde espacio el realizar este evento significa “nadar contra la corriente”.