Dignos de una historia, una minga textual para una región

Más allá de los textos y la edición -que está muy bien cuidada, por cierto-, Dignos de una historia es un proyecto, una muestra que abarca el libro producido bajo la coordinación de Víctor Hugo Torres Egas, y una página web que explica el proceso de construcción de la obra. Esta es una expresión de los matices que existen en la región de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Muchos de los colaboradores de esta obra son oriundos de otras provincias -Carchi, Loja, Azuay, Manabí, entre otras-, pero llegaron en un momento dado a Santo Domingo, haciendo suya la tierra y convirtiéndose en protagonistas de su desarrollo. Estos migrantes se han sumado a los habitantes de la región, construyendo al unísono una comunidad sólida y con ganas de prosperar.

La diferencia cede ante la convivencia y sobre esto van las historias personales que están contadas en este libro, narraciones y testimonios de gente que aporta, de forma anónima y cotidiana, a la construcción de una región, y, de la misma forma, a la edificación de una identidad colectiva, un imaginario que aúna elementos culturales que, bien vistos, no distan de otros en diversas regiones: colonización, provincialización, salud, equidad de género, política, identidad, niños de la calle y deporte.

Para este último tema, el editor ha otorgado un capítulo entero a ciertas figuras, quizá no reconocidas a nivel nacional, pero sí queridas dentro de la comunidad y de esa ‘cancha’ que significa la tierra habitada en común. Y nos ofrece el perfil de un campeón de box, más cercano a la gente que de los grandes escenarios y apuestas internacionales: el perfil de Luis Zapata, campeón intercontinental para Ecuador en 1979, que en el mundo del boxeo fue conocido como Lucho Mora, por coincidencias de apellidos con otros púgiles no tan buenos como él, según explica, alegre, rememorando su época de deportista, y que hoy recuerda mientras conduce un tanquero por la ciudad.

Esta es solo una de las historias, entre muchas, sencillas, y por tanto, verosímiles y que merecen lectores atentos y dispuestos a mirar a su alrededor, a su propia identidad. (I)