Carchi recordó su lucha contra el impuesto de los 2 sucres de mayo de 1971

Un documental, un libro y un radio teatro son las herramientas para recordar y contar la histórica gesta del 26 de mayo de 1971, una fecha en la que el pueblo carchense se alzó en revuelta y protagonizó un paro popular tras la imposición un impuesto de 2 sucres (uno de ida y otro de vuelta) para cruzar la frontera de Rumichaca entre Ecuador y Colombia.

La decisión ordenada por el gobierno de Velasco Ibarra indignó a la provincia y generó un enfrentamiento entre civiles y militares. De estos sucesos han pasado 45 años, pero para personajes como Oswaldo Rosero, de 81 años, los hechos aún están frescos en su memoria.

Recuerda el coraje con el que la gente tulcaneña se levantó para enfrentar la decisión del gobierno de la época, él dejó su taller de carpintería y se sumó a la lucha, incluso repartió fusiles y municiones. Cuenta que los amigos caídos, la detención y los golpes que recibió       —hasta una herida de bala en su espalda— lo marcaron para siempre.

Rosero resalta la participaron activa de las mujeres; las caravajalas, las flechas, doña Zoila, Carmen Romo, Rosana Sánchez y otras fueron primordiales, “a nosotros nos llevaron presos, pero las mujeres mantuvieron el paro” añade.

La radio fue otro actor clave para anunciar la medida del gobierno sobre el mencionado impuesto, radio Ondas Carchenses, difundió la noticia y esto generó el accionar colectivo, durante la revuelta informaba lo que ocurría en la provincia, el gobierno intentó clausurarla, pero todo intento fue infructuoso, porque a través de las estaciones radiales colombianas continuó emitiéndose lo que ocurría.

Vicente Almeida, gerente propietario de radio Ondas Carchenses, relata que cuando tenía 12 años vivió el acontecimiento; la cercanía en la que se hallaba la estación radial del Parque Central, sitio donde se originó la revuelta y que estaba con barricadas de material de construcción, facilitaba sacar un micrófono y reportear lo que ocurría, incluso el comité del paro emitía boletines o a veces algunos coterráneos dejaban escritos a mano para ser difundidos por Fausto Almeida Cárdenas, su padre.

Un comunicado de la Gobernación de la época solicitando que se termine la paralización y el anuncio de los nombres de quienes serían detenidos que fue emitido por la radio generó disgusto en la gente que cuestionó si la emisora estaba con el gobierno o con el pueblo. “Lógicamente se determinó estar con el pueblo”, indicó Almeida.

Cuando el gobierno cerró la radio, su padre, Fausto Almeida, usó un equipo conocido como 40 metros para continuar comunicando lo que pasaba en el norte del país. Le enviaba la información a un colega de la ciudad de Ipiales (Nariño), quien se encargaba de difundir lo que acontecía en la urbe ecuatoriana a nivel internacional.

Muchos son los testimonios de los hechos de aquel 26 de mayo: se estima que 8 muertos y 20 heridos dejó la revuelta que duró 10 días. Los sucesos fueron recogidos por periodistas que comprobaron los hechos. En el resto del país se decía que todo estaba en orden, aunque la realidad era diferente, explican los sobrevivientes.

Una revista tituló un artículo con ‘Sangre y dolor en el Carchi’, el cual acompañó con fotografías que daban cuenta de lo ocurrido. Finalmente el decreto fue derogado el 2 de junio del mismo año.

Manteniendo la memoria histórica

Para rendir un tributo a los caídos y al coraje con que el pueblo se enfrentó al impuesto velasquista, en la noche del jueves pasado, en el Teatro Lemarie de Tulcán se presentó la novela 26 de mayo la revuelta olvidada, de Armando Cerón Villamagua, el documental de Sonia María Bustos basado en la obra de Villamagua, declamación, danza, música y un conversatorio.

En la mañana en la estación de Ondas Carchenses se emitió el radio teatro Revuelta olvidada, producido por Norberto Fuertes y Sonia María Bustos, quienes señalan que es un trabajo lleno de detalles de los héroes, de los militares, de las muertes, de los lugares.

La obra, de 44 minutos de duración, se trabajó en el formato de radio teatro debido a la ausencia de fotografías, videos, pero que se contaba con testimonios. A medida que se desarrolló el producto aparecieron fotografías inéditas, periódicos y más elementos que permitieron elaborar el video documental.

“Cuarenta y cinco años han pasado casi desapercibidos y los productos de comunicación han sido pocos, pese a que hay mucha información para difundir y tratarlo como un tema heroico”, sostiene Fuertes, quien agrega que se trata de la construcción de un hecho histórico que merece reflexión, hay temas latentes que no se han curado todavía.

Sonia Bustos, explica que para el video, durante 15 días se recopiló material documental, publicaciones, noticias, fotografías inéditas, incluso información del archivo del Ejército.

Con el Ejército se llegó a un acuerdo posterior para obtener el material que no ha sido difundido anteriormente, incluso en el archivo histórico militar hay una publicación que tiene una posición contraria a lo ocurrido, dijo. Por tanto, en la obra audiovisual que se presentó el jueves se narró la visión contada desde el mismo pueblo.

En esta gesta se acuñó el grito “Con el Carchi no se juega ¡Carajo!”, nombres como Galo Benavides, Oswaldo Rosero, Jaime Pozo, Hilda Orozco, Zoila Hernández, Oswaldo Rosero, Germán Guaña, Manuel Ledesma, Esperanza Sánchez y muchos otros, son los personajes que unieron a la masa el 26 de mayo de 1971. En el sur de Tulcán, un monumento de una pareja color bronce simboliza la gesta. (F)