4 salas capitalinas acogen lo mejor del cine regional

La noche del viernes 1 de abril se inauguró la tercera edición del Festival de Cine Latinoamericano La Casa Cine Fest con una sala llena. La película Magallanes, del peruano Salvador del Solar, abrió el evento organizado por la Cinemateca Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). La sala Alfredo Pareja Diezcanseco no bastó para que todos los espectadores interesados ingresaran a la proyección.

Para el fin de semana, la concurrencia fue similar pese a la lluvia de estos días en Quito y el lunes, la organización del festival emitió un aviso sobre los boletos: se los entregará dos horas antes de cada función que se dé en la CCE; el resto de sedes de esta edición están en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Cumandá y la Universidad Central (UCE). La entrada es gratuita pero los pases ayudarían a la organización del público, que suele ir a los ciclos de cine que la Cinemateca coordina cada mes con la colaboración de diversas instituciones.

Mañana, en la Alfredo Pareja, se proyectarán la peruana Encadenados (Miguel Barreda Delgado, 2014), a las 18:00; y la chilena Allende en su laberinto (Miguel Littin, 2014), a las 20:00. A fines del año pasado, Miguel Littin estrenaba en el país su largometraje sobre el expresidente chileno con una afirmación sobre los espectadores: “El cine -dijo el cineasta a este diario- nace de un espectáculo de feria, para entretener a la gente, para interesarla... este sería el concepto que más se acerca a lo que yo pienso: interesar, apasionar. Por lo tanto, no hay que olvidar nunca ese carácter popular del cine. El cine está hecho para el pueblo, para la gente de a pie”.

En Flacso Cine, la sala digital que está en la biblioteca de dicho centro educativo, se proyectará mañana el filme chileno La mujer de barro (Sergio Castro San Martín, 2015), a las 18:00. El lugar también tiene una intensa actividad que está vinculada al sector académico, por lo que, a las 16:00 de mañana, habrá una charla sobre promoción y distribución internacional de cine independiente.

Littin continuó su reflexión sobre los públicos del séptimo arte con un símil que unía épocas y artes diversas: “Así como en la época isabelina o el Siglo de Oro español los teatros eran los escenarios donde poetas y dramaturgos expresaban ideas e historias -como Lope de Vega, que fue un fenómeno popular, el cine tomó esa popularidad. La literatura se escapará siempre de la verdad para crear otras verdades, lo cual es el papel y la definición del arte. El cine es contar historias verdaderas, pero de una ‘manera mentirosa’ en el sentido de que si no están dotadas por la gracia, no le interesa a la gente, no será parte de su pasión”. Una pasión que podrá suscitarse también en una sala recién inaugurada: la de la nueva biblioteca de la UCE, donde se proyectará mañana la ecuatoriana Sed (Joe Houlberg, 2015), con la presencia de su productora y actores.

Littin recordaba, café en mano, que su más reciente filme se presentó -en noviembre de 2015- en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ante espectadores poco usuales. “Eran niños y niñas, de 12 o 14 años, y fue una de las proyecciones más espléndidas de la película que he tenido en el último tiempo: un público que estaba riendo, comunicándose con la historia, no serio”.

La experiencia cumplió uno de los desafíos que se propuso el director chileno: “Para ellos también hice la película porque, normalmente, los libros de historia no dan cuenta de lo que es la verdad profunda de los personajes...”.

En el Parque urbano Cumandá -donde funcionaba una terminal terrestre que dejó un rastro en la taquillera Ratas, Ratones y Rateros- se podrá ver La princesa de Francia (Matías Piñeiro, 2014), a las 16:00.

La programación de La Casa Cine Fest incluye 28 películas -de 13 países-, que fueron seleccionadas por un comité -conformado por Isabel Carrasco, Carlos Naranjo y Gerardo Fernández- de un total de 62 filmes inscritos.

“A través de este festival, pensado como ventana de exhibición, formación de públicos, encadenamiento productivo y posible mercado para el cine regional, hemos evolucionado hasta llegar a ser un festival con secciones en competencia, actividades paralelamente, cine foros y la presencia de invitados nacionales e internacionales”, recalcó Wilma Granda, directora de la Cinemateca Nacional de la CCE. (I)