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Roma acoge la obra del Greco
El Greco (1541-1614) pasó seis años en una Roma dominada por otros estilos y hoy, siglos después, la ciudad asistió a la ‘tercera vía’ del arte religioso, que el maestro impulsó desde la España de Felipe II al admirar ‘La Anunciación’, llegada del Thyssen-Bornemisza de Madrid.
La obra permanecerá expuesta desde hoy hasta el próximo 17 de abril en los Museos Capitolinos gracias a un intercambio entre esta institución y el museo madrileño, que el pasado verano recibió desde la capital italiana la ‘Buona Ventura’, de Caravaggio.
Una única obra que permitirá contemplar la maestría de un pintor que, pese a haber vivido una década en ciudades italianas, no dejó un gran legado pictórico en ellas, tal y como recordó ayer el comisario de la exposición, Sergio Guarino.
Domenikos Theotokópoulos pasó a la posteridad como el Greco, un apodo no en español sino en dialecto véneto y que alude directamente a su procedencia, ya que nació en 1541 en la isla de Creta cuando esta se encontraba bajo dominación de la República de Venecia.
En 1567 el pintor se trasladó a Venecia, donde estudió las obras de Tiziano, Veronese y Tintoretto, y tres años más tarde puso rumbo a la Roma de los papas, donde pasó seis años antes de trasladarse a España.
En 1576, con 35 años, el Greco se trasladó al país ibérico, donde el artista pasaría el resto de su vida, al que quedaría vinculado para siempre y donde impulsó una tercera vía ante el arte religioso que se desarrollaba en la ciudad del Tíber. (I)