La provincia peruana de Tumbes se encuentra ubicada en la parte noreste del vecino país del sur. Posee un hermoso litoral compuesto de diversos ecosistemas, como playas, esteros, manglares y bosques seco y tropical.

Su gastronomía es parte de su identidad. Nunca faltan los mariscos como cangrejos y conchas negras que son capturados en los manglares y forman parte de la dinámica economía de sus habitantes.

El Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes

Esta es una área protegida de 2.972 hectáreas de bosque de manglar, propicia para practicar ecoturismo, turismo vivencial y deportes de aventura. Está ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Tumbes. El visitante debe llegar a la población de Zarumilla para luego desviarse por un camino de cinco kilómetros hasta llegar al Puerto 25.

El guardaparque Martín Silva es el encargado de vender los boletos ($ 10 para extranjeros).

Explica que en el santuario hay un trabajo en conjunto con los cangrejeros que buscan conservar y proteger los recursos naturales del área protegida.

El manglar está lleno de alimentos que son utilizados por los pobladores de Tumbes, como el cangrejo, los langostinos y las conchas negras.  Foto: Wellington Molina / ET

El bosque está formado de cinco especies de manglares, entre ellos rojo, colorado, blanco, negro y piñas.

Esta característica lo dota de una biodiversidad con más de 148 especies de aves, 41 de plantas, 135 de peces, 16 de crustáceo y 35 de moluscos.

Al iniciar el recorrido en lancha las primeras especies que aparecen son las garzas cangrejera, la cuca y la real.

Los extractores apuntan a un turismo sostenible

Desde las 7:00 los extractores (cangrejeros y concheros) se insertan entre las raíces de los árboles de manglar para recolectar sus productos, una jornada que dura seis horas.

Javier Zárate aprendió la profesión desde los 14 años; sabe diferenciar entre el macho y la hembra, el pata gorda y la pata flaca, cangrejos con una o dos tenazas grandes, entre otros.

Él es el encargado de hacer una demostración de la captura a los turistas. Para ello debe buscar un hueco donde habita un cangrejo macho.

Zárate hace una especie de trampa en cruz, mete la mano y atrapa al animal rápidamente, sin pensarlo dos veces, porque puede salir lastimado.

“La mordida de una hembra es la más dolorosa”, explica. En el tiempo de muda o veda, “el cangrejo se pone aguado y si se lo presiona se puede romper”.

Esto ocurre desde el 15 de agosto hasta el 1 de octubre.

Cuando la producción es buena, un cangrejero puede recolectar hasta 80 crustáceos.

Quienes lo visitan generalmente tienen la oportunidad de graficar flamencos o parihuanas en el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes. Foto: PromPerú

Por un atado conformado por ocho cangrejos recibe hasta $ 4,45. Si los turistas llegan, Zárate deja de faenar y cobra $ 30 por la explicación.

Al dejar de extraer, el cangrejero asegura un día más de trabajo y reduce el impacto ambiental en el manglar.

“Si hay más turismo, hay menos extracción de cangrejo y conchas, lo que hace que el precio en el mercado aumente”, explicó.

Al finalizar la demostración, Zárate confesó que esta es una actividad muy arriesgada. “El extractor puede cortarse con las raíces, sufrir una mordida de una macanche o ser picado por una colmena”.

Sin embargo, es su medio de trabajo y lo continuará haciendo día a día.

La Isla de los Pájaros, un reencuentro con el amor

La travesía en lancha continúa hasta la Isla de los Pájaros, por el canal internacional, entre Ecuador y Perú.

Con la ayuda de binoculares se observa hacia el norte flamear el tricolor en la base militar ecuatoriana y por el sur la bandera peruana.

La Isla de los Pájaros es un lugar de dormitorio y reproducción de aves migratorias y residentes.

En las primeras horas del día o en el atardecer, los pelícanos, tijeretas, patillos y garzas revolotean sobre el lugar ofreciendo un espectáculo de bienvenida a los visitantes.

Para llegar a Tumbes desde Guayaquil se pueden tomar los buses de las empresas CIVA, CIFA o Semería.

El pasaje varía entre $ 17 y $ 30. Los turistas pueden quedarse en Tumbes, Zorritos, Máncora o Piura. (I)