Pocos son los taxistas que no han sucumbido ante los encebollados, ceviches y otros manjares marineros que ofertan en las picanterías que se ubican en el sector de 4 de Noviembre y Los Ríos, al sur de Guayaquil. Niño Ronald, El Sargento, Israel y Mis dos amores, son los nombres de locales que trabajan durante la madrugada.

Ángel Poveda, taxista de la cooperativa Z-uno, cuenta que todos los días, en la madrugada, se sienta a comer un encebollado mixto en la picantería Israel. “Es un aliciente al hambre que pega duro en la madrugada. Me como un encebollado que me quita el sueño y sigo trabajando. Además existen otros platos, como el arroz marinero o los bollos”.

Poveda asegura que muchas veces sus pasajeros le piden que los lleve a comer a estos sitios porque todos saben que atienden durante la madrugada.

Pedro Cantos Nájera, chofer de un taxi de la cooperativa Río Guayas, asegura que, a más de los taxistas, estos negocios reciben la visita de músicos e integrantes de mariachis.

“He visto que llegan después de largas jornadas de serenatas a comer algo. En una ocasión presencié cómo arribaron más de 50 personas que venían de una fiesta y, como no entraron en un solo local, comieron en tres de ellos. Son sitios muy concurridos”.

Joselo Merchán, quien atiende en la picantería Mis dos amores, considera que la fama que tienen los locales del sector por trabajar durante la madrugada ha generado que el número de clientes se incremente con el pasar de los años.

Recuerda que hace 5 años llegaban en promedio de 20 a 30 clientes y que ahora asisten más de 50, desde las 22:00 hasta las 04:00.

“Somos un referente. Todos en la ciudad  saben que si quieren un encebollado en la madrugada, en este sector lo van a encontrar. Primero nos dimos a conocer con los taxistas; ahora llegan de todas las profesiones. Los fines de semana cada local recibe al menos 80 personas”. (I)