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El Telégrafo
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Praga es la ciudad escondida de la ex Europa del Este

Praga es la ciudad escondida de la ex Europa del Este
Foto: Internet
18 de julio de 2019 - 00:00 - Carla Maldonado

Praga es una de las ciudades más bellas que he visitado. Pasó escondida y detrás de la Cortina de Hierro durante el comunismo, de 1946 hasta 1992. Se la comparaba con París, pero pocos tenían la oportunidad de recorrerla y de encontrarse con su historia. A la capital de la ex República de Checoslovaquia, hoy de la República Checa, la conocí gracias al libro de reportajes: De viaje por Europa del Este, de Gabriel García Márquez.

En esa época me llamó la atención, pero ese entusiasmo no alcanzó para llegar hasta ella. Más bien cuando estudiaba en la capital francesa fui allí para hacer un reportaje y me quedé con su imagen en mi cabeza. Pero era  invierno y el frío me obligaba a recorrer su centro histórico, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1922, en cámara lenta y en paradas sucesivas en los cafés para tomar chocolate caliente. Me emocioné al ver el reloj astronómico -Orloj- , que es el más antiguo de Europa. También caminé a lo largo del puente Carlos, que empezó a construirse en 1357.

Tiene tres torres que lo protegen, 15 estatuas a cada lado, y una magnífica vista del río Moldava que divide la ciudad en dos. Allí hay grupos de cantantes de jazz que ofrecen sus CD a bajos precios. Visité el castillo de Praga, donde está la catedral de San Vito y el Callejón del oro y del Alquimia, que es una hilera de casas coloridas, famoso porque en una de ellas se descubre el mundo literario del autor de La metamorfosis: Franz Kafka, quien nació en 1883. También fui al barrio Josefov, que tiene seis sinagogas y una de ellas, la Pinkas, está en la entrada del cementerio judío.

Allí me impresionó ver tantos nombres escritos en las paredes, que corresponden a hombres, mujeres y niños (77.000), asesinados en el Holocausto. Vi dibujos de los pequeños que estuvieron en el campo de concentración de Terezín, que quedaba a 61 km de la capital checa. Esa mirada me entristeció. Después de unos años volví para Praga en verano y en unión de mi familia. Inolvidable. (O)

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