El vestido rojo con abertura en las piernas y cubierto en la parte superior por una blusa jean resaltaba el color de piel de Leticia Arango, pero también acentuaba sus prominentes curvas.

Emocionada y con algo de nervios, que ocultaba con una sonrisa, desfiló por la brillosa pasarela en medio de los flashes de las cámaras y de los celulares que grababan el desfile. La joven, que es talla L, se enfrentaba por primera vez a las miradas de los asistentes que observaron con asombro sus poses y giros.

Leticia no había estudiado en academias de modelaje, pero cuando le tocó aparecer caminó con la cabeza erguida, un pie delante del otro, consejos que le dio su madre y que aprendió a través de YouTube.

En su segunda salida apareció con más seguridad. Esta vez lució algo más informal: jean y blusa con estampados.

Leticia Arango, de 17 años, debutó como modelo de tallas plus. Ella llevó un vestido rojo. La joven aprendió a desfilar con tutoriales de YouTube. Foto: Cortesía Alexa Vargas

Esa misma noche, Elena Yumbla, de 27 años, quien apareció vestida con unos jeans cortos y blusa beige con mangas, también debutó como modelo de tallas grandes. Ella pesa 210 libras.

Durante su paso por la pasarela, su carisma y picardía la hicieron distinguirse ante el resto de modelos tallas plus que por primera vez protagonizaron un desfile en la cuarta edición del Latinoamérica Fashion Weekend, en Guayaquil.

Ellas junto a otras cinco mujeres lucieron los diseños de Alexa Vargas, quien previamente a través de un casting seleccionó a las modelos de entre 35 féminas por su actitud y gran habilidad en la pasarela. Hace tres meses la diseñadora, que es dueña de la marca Salsa by Kers, trabajó en la confección de las prendas para chicas “curvis”.

Con la presentación de la colección “All Body can be”, Vargas buscaba dar una solución a las clientas que se hacían ropa a la medida. “Me di cuenta de que no encuentran prendas para ellas y que necesita tener opciones para verse bien y sentirse integradas en la moda”. 

Para Keitlyn Arteaga, de 18 años, Luciana Camba, de 35 años, y Livia Román, de 37 años, significaba la segunda ocasión en la pasarela y la primera como talla plus. Antes lo habían hecho cuando lucían delgadas.

Camuflada en un pantalón negro de cuerina ceñido al cuerpo y blusa a rayas con pronunciado escote, Kaitlyn demostró que la moda y los desfiles también están hechos para las “rellenitas”. La joven, que subió de peso, asegura que en la actualidad se siente conforme con su apariencia.

Luciana, quien modeló un short que combinaba con blusa con diseños de flores que dejaba descubiertos los hombros, también llamó la atención por su actitud en los giros y posturas. Hace unos años empezó a subir de peso pero decidió mantenerse así porque se siente feliz. Reconoce que ha sido complicado conseguir ropa para sus medidas.

Luciana es talla XL. “Uno tiene que buscar bastante, en Guayaquil habrá al menos dos puntos en los que vendan este tipo de prendas”.

Luciana Camba, de 35 años, vistió unos shorts y blusa con hombros descubiertos. Fue su primer desfile plus. Foto: Cortesía Alexa Vargas

Lo mismo le ocurrió a Livia, quien volvía a una pasarela tras 20 años. Ella recuerda que cuando acudía a una boutique encontraba solo tallas pequeñas, o extremadamente grandes. “Sentía que no estaba en ningún lado”, dice la mujer que hoy pesa 160 libras y es madre de 4 niñas. Pero con el tiempo entendió que el cuerpo es simplemente una proyección porque lo que cuenta es la personalidad.

Ataviada con un vestido negro que dejaba los hombros al descubierto, ella caminó con seguridad y elegancia. Su mirada intensa mientras desfilaba capturó la atención de los presentes durante sus dos salidas. En la primera llevó puesto un pantalón de tela negra y una blusa de rayas con estampado de flores.

La colección de Vargas que está exhibida en el Chio Lecca, del Mall del Sol, mostró una variedad de opciones para la mujeres “curvis”, como los pantalones paperbag que lució Mildre Martínez, de 36 años. El atuendo realzó su silueta y la hizo sentir cómoda en la pasarela.

Para ella era la segunda ocasión que participaba en desfile para tallas plus. Ella es XL y pesa 180 libras. La falta de propuestas para sus medidas la hicieron usar ropa stretch y ancha, lo que la hacía ver más gordita. “Nosotras somos llenitas de amor”.

Daniela Garzón, de 23 años, la más alta del grupo de modelos, también impresionó a los asistentes por su elegancia al lucir una blusa transparente que llevaba combinada con un short palo rosa. Antes ya había participado en un desfile para mujeres tallas plus. En la actualidad pesa 184 libras.

A diferencia de las demás participantes sus minutos en la pasarela se convirtieron en una terapia de liberación para olvidar las veces que sufrió bullying en la escuela y el colegio por su talla.

“Aparte de ser gordita soy muy alta, por lo que se me hace complicado usar pantalones. Fue maravilloso ser parte de la presentación de la colección porque esto nos beneficia al sentirnos incluidas en el mercado de la moda”, manifestó.

La joven espera que los diseñadores de Ecuador incentiven a las chicas de tallas plus a ser parte de desfiles. (I)