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Elaboración y efectividad, tareas pendientes en el sistema ofensivo de la Tricolor
De los 93 minutos jugados en el debut, Brasil pudo instalarse en el campo de Ecuador durante el 69% del partido, es decir, no menos de 74’. Poco después del silbatazo final, el volante Christian Noboa reconoció que la intención para el partido era “establecer presión en la zona del rival”, pero que el amplio dominio ‘canarinho’ los obligó a replegarse y no proyectar con más frecuencia el ataque.
Gustavo Quinteros acotó luego en la rueda de prensa que se hizo el trabajo de “manera intermitente y que no se aprovecharon las jugadas de contragolpe por errores en la finalización”. Sí, fue un partido inteligente en lo defensivo, pero con poca generación de ideas claras en ataque. Al margen de la jugada de gol que invalidó el línea Carlos Astroza, lo cierto es que la ‘Tri’ desaprovechó el mejor recurso que le cedió el pentacampeón: el espacio.
A la Tricolor le costó contener al rival por delante de la línea media. El rival prefirió lateralizar su juego, recargando el 69% del total de sus pases (648) hacia las bandas, donde no solo consiguió explotar las flaquezas de los marcadores, sino que, además, pudo absorber el potencial de ataque de los extremos volcándolos a tareas de marca. El costado derecho, por donde trabajaron Juan C. Paredes, Antonio Valencia y Miler Bolaños fue la única vía expedita para la tenencia, elaboración y contragolpe. Estos dos últimos jugadores fueron los que acumularon la mayor cantidad de pases (60 de 256 de la Tri) correctos. La banda izquierda se mantuvo clausurada, con un Walter Ayoví que fue superado largamente por William; y un Jefferson Montero que fue el punto más bajo del equipo al no representar amenaza alguna para Dani Alves.
Con todo Brasil concentrado en romper el cerco que les impedía adueñarse por completo del área ecuatoriana, los espacios surgieron y hubo posibilidad de aprovecharlos. Paredes, Arturo Mina, Carlos Gruezo, Noboa, Gabriel Achilier y el ‘Toño’ Valencia fueron los que más veces le arrebataron el esférico al rival (61 ocasiones entre todos) sobre el césped y los duelos aéreos. La zona de recuperación se acentuó más abajo de la circunferencia central. Pero, tal como apuntó Quinteros, “no hubo velocidad ni efectividad en la transición al ataque”.
La imprecisión en los pases jugó un papel importante. Ya se estableció que el mejor juego de Ecuador fue en defensa y por ello su eficacia de toques en propio campo fue del 79%. Pero en la zona del rival apenas completó el 68%, 120 de los 270 pases que hizo Ecuador fueron hacia adelante y 21 se proyectaron por elevación, principalmente en los intentos de contraatacar saltando la elaboración progresiva, pero solo 9 llegaron a destino.
En estas condiciones se abastecieron los dos hombres destinados al ataque. Días antes del partido, el exasistente técnico de la selección, Armando Osma, mencionó que, con la presencia de Miler Bolaños y Énner Valencia, “Ecuador ganaba movilidad y se volvía impredecible en la ofensiva”. Pero los arietes no llenaron tal expectativa. El ‘Killer’ debió crearse una plaza en la mitad del campo para pedir el balón e iniciar las jugadas, mientras que ‘Superman’ careció de peso para imponerse a la marca de los centrales brasileros; y en la línea de contención Elías y Casemiro anticiparon todas sus intenciones. (I)
La 'Tri' jugará bajo intenso calor en Phoenix
El desgaste físico al que se sometió la selección en el duelo contra Brasil podría acentuarse más durante la estadía en Phoenix, en donde las temperaturas oscilan entre los 41° y 44°. Pero la esperanza de la delegación ‘tricolor’ es que los sistemas de climatización del hotel The Camby, el gimnasio y el estadio de la Universidad de Phoenix respondan a las necesidades. El domingo, durante el cotejo entre Uruguay y México, el escenario deportivo mantuvo su temperatura sobre los 22%, mientras que en los exteriores el calor era de 44°. Durante los próximos días el clima se mantendrá igual y todo indica que los entrenamientos de la selección se darán en el mismo estadio climatizado y no en un campo abierto. El volante Fernando Gaibor dijo ayer sentirse tranquilo respecto a las temperaturas del estado de Arizona, pese a que estuvieron al corriente de esto cuando arribaron a Phoenix. “Hay que adaptarse al clima, sabíamos de estas circunstancias sobre la hora. Hay que tomar precauciones y que no nos pase ninguna sorpresa en el partido próximo”, manifestó el diez de Emelec.
La selección volvió a entrenar con plantilla completa ayer en la tarde (18:00) luego de que Gustavo Quinteros ordenara el domingo realizar trabajo regenerativo con los hombres que utilizó para el debut y armara la práctica de fútbol con los suplentes. Para el duelo con Perú se estima que Quinteros repita al menos
el 90% de la alineación ante Brasil, siempre y cuando no surjan novedades en el camino. (I)