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Los ‘guaraníes’ se enfrentarán a argentina este martes en las semifinales
Guerreros ‘guaraníes’
Paraguay repitió la historia, una vez más en la Copa América, una vez más en cuartos de final ante Brasil, una vez más en penales.
Y avanzó ayer a las semifinales de Chile 2015 al imponerse en la decisión desde los 11 metros por 4-3, reviviendo el recuerdo de hace cuatro años en Argentina.
Por los ‘guaraníes’ solo falló Roque Santa Cruz, con un tiro desviado, y anotaron Osvaldo Martínez, Víctor Cáceres, Raúl Bobadilla y Derlis González. Brasil, una vez más, mostró una desastrosa tanda de penaltis, en la que fallaron Everton Ribeiro y Douglas Costa. En los 90’, el marcador se cerró 1-1 con goles del brasileño Robinho y del paraguayo González, de penal.
Paraguay enfrentará a la poderosa Argentina de Lionel Messi el próximo martes, en este mismo estadio de Concepción (sur).
El gol brasileño
Como un futbolín, las dos líneas defensivas de Paraguay se movían de derecha a izquierda, siguiendo el balón, que Brasil movía de un lado a otro buscando una brecha.
El libreto se cumplió en los primeros minutos: un partido apagado, con Brasil dueño del balón y Paraguay esperando el error para atacar.
Lejos del Argentina-Colombia, al partido de ayer le faltó esa sobredosis de excitación que le sobró al otro, y los de Dunga tuvieron que ser pacientes e ir quitando bloques para poco a poco conquistar espacios en el área rival.
Fueron pocos los chances de anotar en este juego truncado en el medio campo. El gol llegó en los pies de Robinho en una jugada que el veterano inició. En la entrada del área dio un lindo pase a Elías para abrir la jugada con Daniel Alves, que centra con precisión para el ‘20’ que remató con el borde interno.
Pero después del 1-0, muy al estilo Dunga, Brasil bajó el ritmo y comenzó a administrar la victoria, situación que le costaría caro.
Paraguay, por su parte, no se desesperó con el marcador contrario y mantuvo la misma estrategia de apuesta al contraataque.
El tanto de la igualdad
El portero Jefferson enfrentó más peligro en el segundo tiempo, que comenzó con el estadio ya totalmente impregnado del olor de leña de las calefacciones típicas del sur, que -además- dejó una cortina de humo en el gramado.
Paraguay comenzó a explotar su principal fortaleza, el juego de pelota parada, y también hizo daño, con rápidos contraataques que comenzaron a generar desespero en los brasileños. Fue ahí que llegó el penalti, con una mano de Thiago Silva en el área, que González cobró con clase hacia la derecha del arquero, que adivinó, pero su estirada no tuvo resultados.
“¡Paraguay, Paraguay!”, rugía la tribuna, totalmente en contra de la Verdeamarela... Y Ramón Díaz emocionado desde el banco gritaba: “¡Vamos, vamos!”.
El gol vino como un balde de agua helada para Dunga, que sacó a Roberto Firmino, una vez más invisible en el partido, por Diego Tardelli, que tampoco ayudó mucho a la causa, como Douglas Costa. (I)