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¿Mamás a cualquier edad?

¿Mamás a cualquier edad?
10 de mayo de 2015 - 00:00 - Andrea Rodríguez Burbano

El pico de fertilidad de la mujer es a los 20 años. A los 30 hay una disminución gradual y solo 5 años después se produce un descenso significativo. Estos números revelan que, al parecer, la edad ‘ideal’ para concebir está irremediablemente entre los 20 y 25 años.

En este sentido, las agujas del reloj biológico corren implacables. Muchas mujeres llegan a tiempo y se embarazan sin dificultades, pero otras buscan la maternidad cuando ya parece demasiado tarde.

Sobre los 40 años, la fertilidad ya está muy comprometida, porque, como sostienen los ginecólogos, aunque las mujeres se sientan mentalmente jóvenes sus ovarios no lo son.

Desde el punto de vista biológico, la mejor edad para que una mujer tenga un hijo es antes de que cumpla los 30 años, pero a esta edad no muchas están listas para aceptar las responsabilidades, el compromiso y el cambio en el estilo de vida.

Aunque a edades avanzadas hay factores que limitan la concepción, como el envejecimiento de los ovarios, los avances en la medicina reproductiva permiten ‘engañar’ al reloj biológico y facilitar el embarazo por encima, incluso, de la menopausia. A través de la reproducción asistida, casi el 80% de los casos logra un embarazo con éxito.

Hay muchas mujeres que, tras someterse a los tratamientos de la medicina reproductiva, consiguieron ser madres, incluso, cuando tienen la edad para ser abuelas. Este es el caso de Annegret Raunigk, quien este año podría convertirse en la madre con mayor edad en el mundo. Nació en Berlín, tiene 65 años y está embarazada de 21 semanas. Si su embarazo evoluciona sin contratiempos, dará a luz a cuatrillizos, los cuales se sumarán a los 13 que ya tiene.

Uno de los médicos que conoció el caso, Holger Stepan, no pudo evitar comentar que tener hijos con más de 60 años es “extremo” y, desde el punto de vista médico, “una catástrofe absoluta”.

Esta mujer, que es abuela de 7 nietos, se sometió a varios tratamientos de reproducción asistida en el extranjero y logró su propósito de concebir no solo a un niño, sino a 4.

En 2006, el caso de la británica Patricia Rashbrook también dio la vuelta al mundo. Esta mujer también retó a su reloj biológico al concebir un hijo a los 62 años. La edad considerada ideal para tener un hijo siempre ha generado controversias, sobre todo, si la maternidad se extiende más allá de los 40 años.

Irene Valverde tuvo a su primera hija a los 44 años, una edad que muchos especialistas podrían considerar tardía, pero que, según ella, es la mejor.

En más de una ocasión, su médico le alertó sobre la posibilidad de que a su edad se eleven las posibilidades de gestar un hijo con alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down, pero ella “lo dejó todo en manos de Dios”. Su hija nació sana e “igualita” a su papá, cuenta Irene.

Aunque le advirtieron que a su edad tendría menos energía para criar a su hija, ella nunca antes se sintió más fuerte.

Dice convencida que no hay edades ‘ideales’ para ser madre. “Intentan hacernos creer que existen edades mejores que otras para tener hijos y por eso, muchas mujeres se angustian cuando creen que ya no tienen la edad ni la energía para tener niños”, expresa.

Karla Lara, una mujer de 40 años, tiene un criterio similar a Irene, y en su blog comenta que comprendió que el cuerpo femenino es naturalmente sabio. “Las mujeres tenemos cierta edad conforme al calendario y otra que está representada por nuestro estado de salud y el de nuestros órganos internos: nuestra edad genética, que depende de nuestro estilo de vida, hábitos de cuidado personal, nutrición, estado de ánimo, herencia genética y otros”.

Lara experimentó que las mujeres pueden concebir y gestar bebés mientras tengan un ciclo menstrual presente e idealmente sano. Aunque admite que el cuerpo humano envejece, considera que una edad límite para concebir y ser madre, no es una regla.

Al igual que muchas mujeres, Karla e Irene sienten que una mujer sana y que ovula puede ser madre. “Nuestro cuerpo nos está diciendo que tenemos las características anatómicas y fisiológicas necesarias para tener un bebé. Nos encontramos en la plenitud de nuestra vida, en la madurez de nuestras emociones, dueñas de una piel y un cuerpo que quizá aceptemos mejor que antes”.

Sobre este aspecto, la ecuatoriana Olga Siavichay Vélez, psicóloga clínica, advierte que desde el punto de vista psicológico, a los 20 años, una mujer no está preparada para convertirse en madre, porque apenas ha dejado atrás la adolescencia. Está convencida de que entre los 20 y 30 años se inicia la vida profesional de la mujer, una etapa inicial que requiere esfuerzo y dedicación para lograr estabilidad económica. En esta etapa de la vida, un hijo puede suponer una limitación para su desarrollo laboral.

La especialista comenta, además, que ser madre después de los 40 puede ser positivo, porque desde el punto de vista emocional, la mujer está mejor preparada, aunque la diferencia de edad con sus hijos puede traer otras dificultades. “Hay mayor madurez, responsabilidad y una mejor situación económica. Lo negativo es que no tiene la misma energía de una joven de 20 años”, comenta. Siavichay es partidaria de que las mujeres alcancen sus metas profesionales antes de optar por la maternidad.

Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, considera que la edad más idónea para la salud de la madre son los 31 años, porque la madurez alcanzada en esta etapa contribuye a mantener una buena salud en la etapa posterior al parto.

Lucía Noboa, psicóloga, cuenta que tuvo a su último hijo cuando tenía 34 años y considera que fue una edad ideal para criarlo. “Aunque los padres de los compañeros de mi hijo son más jóvenes, no nos sentimos mal por ser mayores. Por el contrario, podemos compartir experiencias que ellos no tienen. Los padres más jóvenes siempre nos buscan”, señalan.

Según Noboa, una mujer alcanza su madurez entre los 27 y 35 años, porque está en la cúspide de la vida biológica y está preparada, desde el punto de vista emocional. “A esas edades, las mujeres desean ser madres de una manera consciente y los niños son recibidos con mucho amor, porque están rodeados de un entorno que facilita su crecimiento”, explica.

Sobre este tema, Anne Barret, profesora de Sociología en el Instituto Pepper de Envejecimiento y Políticas Públicas el Estado de Florida, advierte que tener hijos más tarde hace que las mujeres sientan que su vejez comienza después. Sus hallazgos, publicados en la revista Advances in Life Course Research, revelan que aquellas mujeres que creen que la mediana edad les llega antes que al resto, son las que reportan mala salud y construyeron familias siendo muy jóvenes.

El ginecólogo Fausto Viteri precisa que hace pocos años se decía que la edad ideal para ser madre estaba entre los 25 y 35 años, pero considera que este rango de edad ha variado. “En la actualidad, la mujer difiere su maternidad por el rol que desempeña en la sociedad”, indica.

El especialista considera que todavía hay un buen número de mujeres que se embarazan en la adolescencia. Cuando esto ocurre —explica— pueden presentarse serias complicaciones, como la presencia de la preeclampsia que puede provocar que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que genera hipertensión y disminución del riego sanguíneo. La preeclampsia puede afectar muchos órganos del cuerpo, como el hígado, los riñones y el cerebro de la mujer.

En el otro extremo están las mujeres sobre los 45 años que corren el riesgo de concebir niños con síndrome de Down. “Estas mujeres también pueden presentar problemas hipertensivos y metabólicos, como la diabetes, que ponen en peligro la salud de la madre y el feto.

¿Falsas esperanzas?

Especialistas en fertilidad sugieren que la congelación de los óvulos se realice cuando aún no hayan cumplido los 35 años, porque a partir de esta edad, las posibilidades de éxito decrecen.

La Asociación Norteamericana de Medicina Reproductiva mantiene una posición cautelosa al respecto: la tecnología desarrollada para retrasar la maternidad (criopreservación) puede dar a las mujeres una falsa esperanza. Según esta, las mujeres que recurren a esta tecnología deben informarse mejor para no decepcionarse si los resultados no son los que esperan.

Es necesario —agregan— que conozca sobre el impacto de su edad en la calidad de los óvulos y de los riesgos, costos y tasas de éxito de la gestación en edades tardías. El hecho es que cada vez son más las mujeres que recurren a este método.

Hay empresas como Apple o Facebook que ofrecen el financiamiento de la congelación de óvulos a sus trabajadoras para que puedan retrasar su maternidad y concentrarse en consolidar su posición laboral. El financiamiento asciende a $ 20 mil. Este programa se concibió, al parecer, como una medida para equiparar al hombre y a la mujer, liberando a esta de las presiones de su reloj biológico.

El congelamiento de óvulos es una opción costosa, pero cada vez más popular entre las mujeres.

El valor del procedimiento puede bordear los $ 20 mil dólares, ya que generalmente son necesarios 2 ciclos de estimulación ováricos para la toma de muestras. Los seguros de salud no suelen cubrir estos costos.

Quienes cuestionan esta iniciativa advierten que la congelación de óvulos es una solución que beneficiaría a las empresas en la captación de nuevos talentos, pero no a las mujeres, porque constituye otra forma de explotación.

¿Será esta la solución para que las mujeres elijan cuál es su mejor edad para tener hijos?

Organismos

Con los años, los óvulos envejecen, lo que hace más difícil que la mujer se embarace. Además, se elevan los riesgos para su salud.

El embarazo para el organismo sobrecarga el hígado y el páncreas. A partir de los 40 años esta sobrecarga es mayor para estos órganos.

Hay investigaciones orientadas que buscan frenar el irreversible deterioro de los óvulos con antioxidantes, contenidos en algunos medicamentos.

Fertilidad

“Las mujeres no son fértiles hasta la menopausia”, señala un estudio. Un informe publicado por la Asociación Norteamericana de Medicina Reproductiva señala que en la sociedad actual, la infertilidad relacionada con la edad es cada vez más común, ya que, por diversas razones, muchas mujeres esperan hasta los 30 años para formar sus familias. A pesar de que las mujeres de hoy son más saludables y cuidan de sí mismas mejor que nunca, una buena salud en la edad adulta no llega a contrarrestar la declinación natural de la fertilidad relativa a la edad.

Según esta investigación, es importante entender que la fertilidad disminuye con la edad de las mujeres debido a la reducción normal relacionada con la edad en la cantidad de óvulos que quedan en los ovarios. Esta disminución, de hecho, puede ocurrir, antes de lo que las mujeres esperan. “Las mujeres no son fértiles hasta la menopausia. La edad promedio de la menopausia es a los 51 años, pero la mayoría de las mujeres se vuelven incapaces de lograr un embarazo con éxito alrededor de los 45 años”, advierte este informe.

Especialista

“A los 18 años termina el proceso de maduración sexual”

Francisco López, ginecólogo

[email protected]

La edad aconsejable para un embarazo es desde los 18 hasta los 35 años. Pues a los 18 termina el proceso de maduración sexual, y hasta los 35 los óvulos son de buena calidad y hay menor riesgo de traer a un niño con síndrome de Down. Sin embargo, hay una tendencia cada vez mayor en ciertas culturas y en mujeres con un nivel de instrucción y expectativas en su vida profesional de posponer la maternidad pasados los 35 años.

En el caso de las mujeres de muy corta edad puede haber problemas de adaptación a la maternidad, ya que esta conlleva un grado de responsabilidad importante. Las madres adolescentes, generalmente, aún quieren disfrutar de su juventud, no tienen una pareja estable y pueden carecer de un trabajo. Todo esto contribuye para que sientan frustrados sus sueños o anhelos en relación a lo que deseaban de la vida. En esta etapa presentan abortos provocados y se registra un alto índice de complicaciones y de mortalidad materna.

En mujeres de edad avanzada, los embarazos requieren de un seguimiento más estricto. Puede aumentar gradualmente el riesgo de síndrome de Down, especialmente, si se trata de madre primerizas.

Las expectativas profesionales de las mujeres, o el hecho de no tener una relación de pareja estable porque viajan mucho, por el trabajo, por los horarios demandantes, entre otros factores, influyen para que se posponga la maternidad.

En ambos casos, adolescentes y mujeres adultas, es muy importante la ayuda psicológica por parte de la familia y de profesionales de salud.

Además hay casos de parejas que desean alcanzar primero una economía estable, es decir, esperan tener un automóvil, una casa, etc., antes de buscar descendientes. En ocasiones, estas parejas aplazan durante mucho tiempo esta decisión y cuando buscan la maternidad pueden presentar problemas de infertilidad. Otra razón puede ser la decisión de disfrutar un mayor tiempo de la pareja. Hay una tendencia a tener una pareja y no tener hijos o tenerlos cada vez más tarde.

Hoy en día, es posible congelar los óvulos, pero la calidad de estos disminuye, de manera progresiva, con el transcurso de los años. Por eso hay que recolectarlos a una edad oportuna y evitar otras patologías que dificulten el embarazo a edad avanzada. Hay que señalar que a los 50 años, el cuerpo ya no está preparado biológicamente para un embarazo, por eso, naturalmente, ya no se producen óvulos en la mujer y surgen otros riesgos, como el cáncer de mama, la osteoporosis, entre otras dolencias.

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