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El Telégrafo
Alicia Galárraga

No callarás

18 de agosto de 2019 - 00:00

¿Qué importancia tienen mi nombre completo y mi edad si al final me convertiré o soy un número más?, ¿sirve mencionar que mi agresor, que a la vez es mi esposo, es Juez de los tribunales de Pichincha y que es muy probable que mi denuncia termine en manos de alguno de sus amigos?

Tal vez mi caso no llame la atención. El contexto, las circunstancias, los insultos y los golpes recibidos, son muy parecidos a las de otras víctimas de violencia intrafamiliar. Lo sé de primera mano, porque trabajo como Jueza de Familia.    

Sé que es muy común entre mujeres víctimas de violencia a manos de sus parejas que sean golpeadas, vejadas y hasta prácticamente, secuestradas; sí, secuestradas, porque los agresores o sus familiares, en su afán de impedir que la víctima pida auxilio y/o  llame al 911, es despojada de su teléfono celular y aislada de la línea del teléfono fijo del lugar donde tiene a cabo la agresión.  

Eso me sucedió: para quitarme el celular, mi agresor me lanzó contra el piso y me arrastró por las habitaciones de nuestra vivienda; por suerte, no llegó a lanzarme por las escaleras desde el segundo al primer piso, como era su intención, porque tal vez yo ya no estaría contando mi historia que sucedió hace apenas dos semanas.

Ahora tengo una rotura de coxis y, en estas circunstancias, las agresiones de las que fui objeto se configuran como delito. En mi caso, como en los casos de tantas víctimas de violencia, esta agresión no se presentó de la noche a la mañana. No. Mi agresor ha pasado mucho tiempo insultándome, menospreciándome, faltándome el respeto y menoscabando mi autoestima. Después pasó a los empujones y finalmente, he sido agredida físicamente.

La violencia en contra de las mujeres no se presenta exclusivamente en los sectores más vulnerables. Lastimosamente, nos traspasa más allá de las clases sociales y económicas. Y sean cuales sean las circunstancias y el contexto, la única opción es denunciar al agresor. Grita, no puedes callar. (O)

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