Los que se subordinaron a los antipatrióticos “paquetazos” del FMI, hipócritamente vociferan por las medidas económicas del gobierno. Mienten, dicen que “las clases populares saldrán afectadas”.

Sobre el “excesivo” gasto público no reconocen que se liberó para el gasto social $ 2.000 millones por la recompra de bonos con 70% de descuento; y que aumentaron los ingresos del petróleo que las trincas entregaron a las transnacionales en forma corrupta. Les duele el aumento de las recaudaciones y el freno de la evasión fiscal.
Ocultan la inmensa obra pública en vialidad, electricidad, petróleo, vivienda, salud y educación, que beneficia la producción y la vida social. 

Critican el endeudamiento con China y las condiciones, olvidándose las que ellos asumían e imponía el FMI. Su enfermiza oposición los conduce a razonamientos sesgados. Desde hace más de 5 años Ecuador no acepta una sola palabra contra el interés nacional y la soberanía, como ellos sí permitían, y el FMI está fuera.

Rabiosamente “defienden” al pueblo por las medidas tributarias y las tarifas eléctricas. A diferencia de lo que ellos hacían, pagar a los chulqueros internacionales, el ingreso tributario tiene un destino social: la salud, el ambiente, etc.; y se busca afectar el consumo de licores, cigarrillos y plásticos contaminantes. No aceptan que apenas al 2% de los consumidores se les retire parcialmente el subsidio e ignoran que se les mantiene al 82% la tarifa de la dignidad; y que se busca racionalizar el consumo.

Los mismos de siempre dicen “defender” el ahorro nacional y critican al Presidente por comprar para su familia de nacionalidad belga, en Bélgica, un departamento de 62 m2 porque “se afecta en $ 333.000 la reserva internacional”. Están impactados por este hecho, justo ellos que han estado acostumbrados a exportar masivamente  el ahorro nacional (la banca sacó del país $ 4.000 millones) e “invertían” de las reservas miles de millones en el exterior, sin hacerlo, como ahora, en el país para  generar empleo.

Entregaron multimillonarias sumas a las petroleras; sacaron a los “paraísos” fiscales los ahorros malhabidos; financiaron  atracos bancarios con el BCE; entregaron el 50% de los ingresos corrientes del presupuesto para el pago puntual del servicio de la deuda, con la cual hipotecaron al país y amasaron fortunas en mañosos procesos de contratación y renegociación.

Estos son los “patriotas” que no duermen por la “gigantesca exportación de capitales” del Presidente. ¡Al punto están de afirmar que esto podría conducir a la quiebra del país!