A medida que los días se acortan y se aproximan las elecciones de agosto, sentimos como hay un permanente y creciente interés en las campañas presidenciales, en los candidatos que están inscritos, en sus recorridos, en lo que ponen en las redes sociales, incluyendo a veces poco ortodoxas presentaciones de tik tok.
En fin, cada día los noticieros traen entrevistas en las que los candidatos se explayan sobre sus futuros planes de gobierno, así como siguen su trayectoria, nos dan noticia sobre los escándalos que protagonizaron en el pasado, el detalle de sus pagos de impuestos, y un largo etcétera.
Pero, y aquí viene mi reflexión, muy poco se habla e inclusive se conoce respecto a los candidatos a la Asamblea Legislativa, lo que sorprende en gran manera, sabiéndose como se sabe que es en el cuerpo legislativo en donde frecuentemente radican los problemas de falta de gobernabilidad, de escándalos, de atentados y poca fe con relación a la democracia.
En este sentido, creo que es responsabilidad de los partidos y movimientos políticos que patrocinan las diversas listas, asumir la responsabilidad de dar a conocer los nombres, currículos, trayectoria de servicio, si es que la tienen, de quienes aspiran a obtener una curul, sea nacional o provincial en la próxima legislatura.
Me parece que también los medios de comunicación nacionales y locales deben hacer su parte en presentar, para que se conozca, a estos candidatos que pronto estarán gozando de fuero parlamentario, de parte de los recursos del estado y, probablemente, dando lugar a discrepancias y equívocos que erosionan la ya deteriorada democracia en nuestro país.
Es importante que todos nosotros, los electores, hagamos un análisis serio de esas candidaturas parlamentarias antes de tomar una decisión, para elegir a los mejores y no a quienes lo determinan los jerarcas de la política o el quemeimportismo característico de muchos de quienes tenemos en las manos la capacidad de elegir nuestro destino.
