Hace una semana, en una discusión que tenía otros fines, hizo su aparición alguien que se declaraba abiertamente marxista, insistiendo sobre la “teoría del valor”, sobre el marxismo como una genuina teoría científica de “interpretación” de la historia, y así. Me llamó la atención una vieja tesis: la lucha de clases hace la historia. Pues bien, se me permita usar el ejemplo del coronavirus como un “caso de estudio” frente a tal tesis (asombrosamente repetida por muchos apenas sin cambios o reflexiones).

He leído que el precio del petróleo cayó 30%, algo que no se había visto desde 1991. La causa última de esta caída tiene que ver con lo que ha provocado, en la economía china, el coronavirus. Empezando con la epidemia, siguiendo con el descenso en la demanda de crudo y con el aumento de la oferta por una disputa entre Rusia y Arabia Saudí; lo siguiente fue que el valor del petróleo se viera afectado. Esto tendrá un impacto mundial que con toda probabilidad nos pondrá en graves aprietos.

Nada más parecido a la idea del “efecto mariposa”. Habrá sucedido que un día de enero un tipo haya decidido que tenía ganas de almorzar una “suculenta” sopa de murciélago o pangolín. La vieja receta de la abuela. Lo demás es lo que sigue a la historia: cuarentenas, guerras de precios, políticos al borde de un ataque de nervios. En suma, nada que pueda explicarse con la lucha de clases. Y este es un ejemplo entre muchos. ¿Por qué, entonces, algunos siguen “predicando” un marxismo desencajado en sus aspectos históricos y económicos? No hallo una explicación no dogmática.

Eso sí, que no se malentienda, Marx es un clásico que debe ser leído críticamente (Marx mucho más que los “marxistas”): el propio Marx llegó a negar que algunas de las cosas que circulaban con la etiqueta de marxismo representasen su pensamiento. Por otro lado, como recuerda Popper, Marx revisó algunas de sus ideas en sus escritos tardíos. Muchas de estas han sido olvidadas “a propaganda fide” de varios movimientos supuestamente revolucionarios (si lo sabremos nosotros). Se trata, dice el mismo Popper, de la reducción de Marx a Goebbels. (O)