Durante el transcurso de la semana pasada tuve una maravillosa experiencia en una visita a un país del África Central, se trata de Camerún un país que valora sus ancestros, tanto los que le vienen de sus ricas tradiciones vernáculas de este extraordinario continente, como también las que se derivan de la experiencia colonial francesa e inglesa.
He visto mucho de sincretismo en sus manifestaciones culturales, en el arte que reposa en sus museos como también en el que se evidencia en las calles o en las representaciones actuales de su cultura.
La invitación provino de la Confederación Africana de Arquitectos y Diseñadores de interiores, presididos por una extraordinaria mujer Leonie Bwemba, una destacada profesional que lidera esta iniciativa y que tiene muy claros los objetivos que persigue esta organización que tienen que ver con la inclusión y accesibilidad a los edificios para las personas con discapacidades, la atracción de capitales y la generación de empleo.
La creatividad de su gente la pude observar en el arte pictórico, con maravillosas obras de arte en pintura y escultura, la música que vibra en las calles, pero también en los salones de los hoteles, la moda con una gran inspiración étnica. Todo ello, además de una deliciosa gastronomía, nos dan la idea de un país cuya sociedad quiere dejar una impronta y también mejorar la calidad de vida de su gente.
Las similitudes saltan a la vista en temas de gastronomía, el uso del banano en la preparación de múltiples platillos, la música que nos trae los ecos de muchas canciones y ritmos latinoamericanos, la riqueza visual y colorida de los vestuarios.
Tuve la posibilidad de reunirme con autoridades de gobierno, pero también con alcaldes de diversas regiones. Su interés en el Ecuador y en la posibilidad de intercambio de experiencias es genuino, de ahí que apostemos por un más rico intercambio de nuestro país y en general de América Latina con los países de ese vibrante continente.
