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Juan Carlos Morales

¿Para qué sirven los libros?

23 de abril de 2020

¿Qué diría frente a esta pandemia Heráclito? Seguramente: “El sol es nuevo cada día”. El poeta persa Rumi acotaría: “Esto también pasará”. “El pánico es más contagioso que la peste y se comunica en un instante”, señalaría Nikolái Gógol. Marguerite Yourcenar clamaría: “No puede construirse una felicidad sino sobre los cimientos de una desesperación”.

“He examinado los maravillosos inventos del hombre; y le aseguro que en las artes de vivir no ha inventado nada, pero que en las artes de matar supera a la Naturaleza y produce con la química y la maquinaria todas las matanzas de las plagas, de la peste y del hambre”, escribió George Bernard Shaw. William Blake dijo: “Aquel que desea pero no obra, engendra la peste”. Avicena en el siglo XI ya advertía: “La imaginación es la mitad de la enfermedad, la tranquilidad la mitad del remedio y la paciencia la mitad de la cura”.

Últimamente circula una frase atribuida a otro escritor –con una pintura de El fumador del artista británico Cristopher Thomsen- que dice: “Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso”. Lo que sí dijo Albert Camus en el libro La Peste fue: “Hay los que tienen miedo y los que no lo tienen. Pero los más numerosos son los que todavía no han tenido tiempo de tenerlo” y por eso en los inicios de la novela –ahora nuevamente leída- señala: “El modo más cómodo de conocer una ciudad es averiguar cómo se trabaja en ella, cómo se ama y cómo se muere”; por eso sentenció: “El único medio de hacer que las gentes estén unas con otras es mandarles la peste”.

Otro libro que muestra el egoísmo es Ensayo sobre la ceguera de José Saramago: “Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven”. Hoy es el Día Internacional del Libro y para eso sirven para cuestionarnos lo que somos, para después de leer sus laboriosas páginas ya no ser los mismos. (O)

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